Supongo q las afirmaciones de Revilluca se vasan en los estudios de este pucelano.
Jorge MarÃa Ribero Meneses ha impugnado ante la UNESCO la ruta del castellano con origen en La Rioja, ya que considera que está en Cantabria.
El filólogo vallisoletano afincado en Santander desde 1995 y habitual colaborador de la página semanal de ALERTA De los nombres de Cantabria, Jorge MarÃa Ribero Meneses, ha impugnado ante la UNESCO el proyecto de Ruta del Castellano, por considerar que es “absurda†la hipótesis de que nuestro idioma naciese en el territorio actual de La Rioja, ya que asegura que se sabe que surgió en la antigua Cantabria. El que fuera profesor de la Université Libre de Bruselas asegura, además, que entre los filólogos existe mutismo en cuanto a estas tesis, para no llevar la contraria al “oficialismo que les tacharÃa de locosâ€.
PREGUNTA.- ¿En qué se basa usted para afirmar que el castellano nació en Cantabria?
RESPUESTA.- La base son los estudios filológicos e históricos que llevo haciendo desde hace veinte años. Hay un argumento irrefutable: que los documentos escritos más antiguos en los que hay palabras en castellano aparecen todos en la zona de Cantabria, norte de Burgos, Palencia y León, Asturias y Ãlava. En definitiva, lo que era la antigua Cantabria. Los más antiguos que existen son de los siglos VIII, IX y X. La mayor parte de estos documentos están escritos en latÃn, pero aparecen palabras en castellano. Lo que ocurrÃa es que los monjes hablaban en castellano, pero escribÃan en latÃn. Sin embargo, en los escritos más ordinarios y cotidianos, como pueden ser inventarios de lo que poseÃa el monasterio, tendÃan a escribir en castellano. El primer documento de este tipo que llegó a mis manos fue San MartÃn de Ferranz en la provincia de Burgos, y me dije que éste tenÃa que ser uno de tantos; y efectivamente, hay centenares de documentos.
P.- ¿Existen más pruebas de que el castellano naciese en Cantabria?
R.- Hay otro argumento principal: lo que queda de la lengua que aquà se hablaba, el montañés o el bable, de la que por desgracia queda poquÃsimo. Esas lenguas no son dialectos del castellano, sino todo lo contrario, lo que ha quedado de las formas antiguas del castellano.
P.- ¿Se desprende de estas tesis que el castellano existió desde unos siglos antes de lo que se cree?
R.- Es una visión distinta a la que se ha dado hasta ahora, en la que se dice que el castellano se empezó a hablar sobre el siglo XI, fecha de la que datan las Glosas EmÃlianenses. Este documento, que ni siquiera es muy interesante, es básicamente un cuaderno de traducción del latÃn, es decir, un cuaderno de ejercicios que hacÃan los monjes. Esto quiere decir que estaban aprendiendo latÃn, como han hecho los seminaristas a lo largo de los siglos hasta nuestros dÃas.
P.- ¿Cuál es el árbol genealógico que usted traza en Europa?
R.- Hace 2.000 años, la Iglesia comenzó a decir que las lenguas de Europa venÃan del latÃn, ya que les interesaba tener esa imagen de ser la madre. Asà se ha mantenido siempre por tradición, pero ¿quién ha estudiado si verdaderamente el latÃn era la madre de las lenguas europeas? Ha habido dos autores españoles y algunos franceses que en el siglo XIX y principios del XX lo cuestionaron. El latÃn no se ha hablado jamás.
“POR UNA CUESTIÓN PRÃCTICA NO SE PUEDE MATAR UNA LENGUA. EL MONTAÑÉS SE DEBERÃA CONSIDERAR UN TESOROâ€.
Era una lengua culta, de élite, eclesiástica, jurÃdica y oficial, pero que el pueblo no habló jamás porque es imposible de aprender, salvo los seminaristas después de veinte años de estudiarla. El latÃn es la lengua más moderna de todas las que existen. Es una lengua de laboratorio.
P.- ¿Ha encontrado algún colega de profesión que sostenga sus mismas tesis?
R.- Si ha habido una época en la cual no ha habido inquietud intelectual en la filologÃa, es la actual. Los intelectuales se han dedicado a vivir lo mejor posible, sin plantearse temas de fondo. Hay un oficialismo tremendo y todo el mundo quiere estar lo mejor posible con el poder. Si te opones, automáticamente te cierran el grifo como si hicieses algo mal. Hay intelectuales españoles que saben que lo que yo digo es cierto, porque lo hemos hablado. Sin embargo, jamás en la vida lo dirÃan en público. El director de la Biblioteca Nacional sabe perfectamente que ninguna de las llamadas lenguas romances proceden del latÃn, pero no lo dirá jamás, porque enseguida le van a tachar de loco. Hay catedráticos en castellano medieval que saben que hay documentos más antiguos que los de San Millán de la Cogolla, pero no se atreven a publicarlo.
P.- ¿Se siente usted como Darwin cuando presentó la teorÃa evolucionista?
R.- Me siento como una persona que va a contracorriente y que se encuentra todo en contra. Yo no pretendo desmontar la Ruta del Castellano, sino que propongo una correcta, en la que también está el Monasterio de San Millán de la Cogolla.
P.- ¿Cuál es la razón de que se mantenga que la cuna del castellano está en San Millán de la Cogolla?
R.- Ya es una estupidez decir que la cuna de un idioma está en un sitio porque aparezca un solo documento, pero es mayor cuando existen centenares de manuscritos de hasta tres siglos más antiguos en la zona de la cabecera del Ebro. Todo este tinglado ha partido de una iniciativa de La Rioja. No es que se haya debatido el tema, sino que un grupo de filólogos de esa comunidad autónoma expusieron esa tesis y los polÃticos de La Rioja vieron un filón para atraer gente a la región, porque sino no va nadie. Durante unos cuantos años han ido promocionando estas tesis a base de dar importancia a Berceo. Los que han parido todo esto saben que hay documentos más antiguos, por ejemplo en Valpuesta (Burgos). Sencillamente no han querido enterarse de nada, porque lo que les interesa es lanzar a San Millán de la Cogolla. Han tenido la suerte de que el Estado, el Partido Popular, les ha apoyado.
P.- ¿En qué consiste concretamente el proyecto de la Ruta del Castellano?
R.- Se trata de una ruta como podrÃa ser el Camino de Santiago. Es un pretexto para atraer visitantes a Castilla. La idea puede ser buena, pero no está bien que lo tome como un monopolio el Gobierno de La Rioja. Por ejemplo, me consta que el alcalde de Burgos está absolutamente en contra, pero no ha hecho nada, porque pertenece al PP.
P.- ¿Cómo es la ruta que usted traza?
R.- La ruta del Gobierno de La Rioja parte de San Millán de la Cogolla a Santo Domingo de Silos, Valladolid, Salamanca, Ãvila, Segovia y Alcalá de Henares. Yo propongo completarla y nacerÃa en Santoña, porque es una localidad históricamente más antigua e importante que Santander. Después llegarÃa a FrÃas, una ciudad medieval en el norte de Burgos, Oña, Burgos, Palencia y enlazarÃa con Valladolid. Además pretendo completarla con otros ramales a León, Asturias, Valpuesta y San Millán de la Cogolla.
“EL LATÃN ES LA LENGUA MÃS MODERNA DE TODAS LAS QUE EXISTEN. ES UNA LENGUA DE LABORATORIOâ€.
P.- ¿Cree que conseguirá algo con la impugnación ante la UNESCO?
R.- De momento, lo que sà he conseguido es paralizar el tema. QuerÃa que vieran que la manera en la que se ha presentado el asunto por parte del Gobierno de La Rioja, a través de España, no se habÃa consensuado ni debatido. Lo que no va a hacer la UNESCO es involucrarse en un asunto que está tan turbio. Me consta que ese proyecto está muerto y seguirá asà si yo presento más pruebas.
P.- ¿Ha encontrado algún apoyo en el Gobierno de Cantabria?
R.- No espero absolutamente nada del Gobierno cántabro, porque ya he pedido muchas veces apoyo, por ejemplo, para recoger la toponimia o la lengua montañesa, sobre la que he estudiado mucho y he descubierto su importancia. Es lamentable que la lengua montañesa esté en vÃas de desaparición y que sea la única que no haya tenido apoyo polÃtico. Sin embargo, en otras comunidades se ha potenciado, como ocurre en Asturias, donde el bable tiene un resurgimiento tremendo.
P.- ¿No es un problema para un pueblo tener dos lenguas oficiales? Como ejemplo pongo a Bélgica, donde la mitad de la población habla el francés y la otra el valón.
R.- Antes tenÃan un problema en Bélgica, porque estaba descompensado, pero después los flamencos consiguieron que se compensara y creo que ya no hay conflicto. En Cataluña, donde hay un bilingüismo tremendo, he vivido muchos años y puedo decir que no hay ningún tipo de problema. En Euskadi no puedo asegurarlo, porque no he vivido. Es verdad que no deja de ser algo incómodo, pero lo que no se puede hacer por una cuestión práctica es matar una lengua. Siendo el montañés una lengua tan arcaica e importante, se deberÃa considerar un tesoro. A través de estas lenguas antiguas se pueden reconstruir muchas cosas del pasado. Si se pierde el montañés, se pierde uno de los pilares fundamentales del castellano.
P.- Tal vez la teorÃa suya más sorprendente es que el euskera haya tenido influencia en las lenguas romances.
R.- Yo no digo que el castellano provenga del euskera. Lo que digo es que proviene de la lengua cantábrica, de la cual la más antigua es el euskera. No se ha querido pensar que la lengua vasca pudiera tener tanta importancia, porque hay un conflicto de desprecio de Madrid hacia el PaÃs Vasco, su cultura y su lengua que dura siglos. Ese desprecio ha llevado a que todavÃa hoy en el diccionario son poquÃsimas las palabras castellanas a las que se les reconoce una etimologÃa vasca y, sin embargo, son la mayorÃa. Se puede demostrar que muchas palabras latinas tienen origen euskérico.
“SI SE PIERDE EL MONTAÑÉS, SE PIERDE UNO DE LOS PILARES FUNDAMENTALES DEL CASTELLANOâ€.
Ocurre que el tema está mezclado con cuestiones polÃticas, por lo que tampoco la administración vasca quiere que el castellano provenga de su lengua, porque eso demostrarÃa que son el mismo pueblo y no quieren ni oÃr hablar de ello, por eso a mà no me tragan. Es un tema que nadie se atreve a meter mano, a no ser que seas una persona como yo, que va totalmente por libre, porque a mà ya no me pueden hacer más daño del que me han hecho, ya que me han cerrado el grifo por todas partes.
P.- TenÃa entendido que los vascos procedÃan del Cáucaso.
R.- Cuando el Padre Flórez metió en la cabeza a los vascos que no eran cántabros, entonces empezaron a imaginarse ascendencias extrañas, es decir, cuando empezaron a querer haber venido de fuera y no considerarse autóctonos. El nombre antiguo del Caucaso es Iberia y es lógico que tenemos los mismos ascendentes. También circula otra teorÃa de que los vascos vinieron del norte de Ãfrica, y otras muchas.

