Pues eso majo, reducir el hecho nacional español a un mero asunto "administrativo", reduciendo España a una identidad "estatal" sin referencia real y diciendo que no hay "pueblo español" y el castellanismo avanzará. Pues no es cierto, mal que pese, porque existe el hecho nacional español. Preguntad a muchos castellanos.
Es sencillo, hay mucha gente que se siente nacionalmente española. Por lo tanto socialmente existe España como nación en tanto hay nacionales españoles.
Que esa identidad está respaldada por un Estado. Cierto, ¿y qué? No por tener un Estado respaldando la identidad nacional española es menos real o menos verdadera que una identidad nacional no respaldada por un Estado.
A ver: la identidad nacional española no es como la identidad británica: no hay una nación británica... allí cada cual sabe si nacionalmente es escocés, inglés, galés o irlandés, y no quiere confusiones, con independencia si "administrativamente" es británico. Así, todos los escoceses se reconocen como escoceses, y unos apuestan por seguir siendo además Británicos administrativamente o separarse admiistrativamente. Muchas veces los más interesados son los ingleses...
Aquí no. La historia es distinta, y hay muchos matices. Hay castellanos que no ven ser español como algo administrativo, como una suma administrativa de partes (castellanos, gallegos, andaluces, etc.), sino como su "identidad nacional". Lo ven y lo sienten.
Las identidades se construyen a partir de un "material" (lengua, cultura, etnografía,territorio, etc.) más o menos cuantificable u observable, claro: unas identidades son construidas por el Estado y/u otras por los nacionalistas... En el caso de la española, por el Estado y por nacionalistas, pero ahí está. Tan real para tantos. En el caso castellano, sólo por los nacionalistas, aunque cada uno a su manera... Y de eso discutimos. De la manera de "amasar" o dar forma al material y de la necesidad de dotarse de algún instrumento político colectivo que permita "construir" esa identidad en elsiglo XXI. Discutimos sobre las formas de mirar el futuro.
¿España fruto del proceso de nacionalización de masas del Estado español como mayor o menor fortuna y con coerción? Indudable, pero tan real "sociohistóricamente" como cualquier fenómeno social que observemos en perspectiva histórica. (Objetivo/subjetivo, ¿quien sabe? que es objetivo y qué subjetivo en la vida social...).
Me parece bien denunciar políticamente la validez del Estado español y sus prácticas políticas, pero negar la identidad española o reducir su "naturaleza" a un mero asunto administrativo es aplicar la técnica del avestruz. Es taparse los sentidos, pero quedarse con el culo a la intemperie. Mientras halla españoles.
Para mí, la renovación del nacionalismo pasa por el abandono de las teorías de origen germánico conocidas por "Volkgeist", pues tienen un componente marcadamente metafísico, teleológico muy al gusto teutón, difícil de criticar porque se parte de premisas nacionales "esencialistas" dificilmente discutibles en una conversación racional. Pareciera que la labor del nacionalista debiera ser predicar la resurrección de una patria -siempre esencial- que adolece de algún mal colonialista debido tanto a la dejadez y abandono de propios, como a la imposición de una identidad superpuesta y artificial que cubre la original.
Aplicado al caso de la relación Castilla/España, es como si la identidad castellana EN ESENCIA fuera la identidad real, y una estructura artificial llamada España hubiese impuesto coactivamente una identidad "nacional" ficticia, negando la castellana y la alienase de las consciencias de las gentes del propio pueblo, hasta el punto de reconocerse castellanos. Para eso está la escuela y los miles de tópicos y mitos sobre la esencia nacional...
La identidad real quedaría en el peor de los casos destruida o, en el siguiente escalafón, colonizada, corrompida y "durmiente". Sólo entonces sería útil la paciente labor de una vanguardia de reinstauradores o reconstructores de la identidad esencial y verdadera, que hiciera despertar en las masas castellanas la conciencia nacional alienada por el Estado español.
Así, algunos dirán que lo español es artificial y lo castellano verdadero, y que el juego castellano/español es un juego de suma cero: a más castellano, menos español, y a más español, menos castellano.
Si a esto le sumas una visión marxista-leninista donde es el proletariado consciente la masa social potencialmente revolucionaria, y la parte del pueblo más interesada en transformar radicalmente el estado de cosas, el coctel te habla de la teoría NACIONAL-POPULAR, donde la "autodeterminación" hacia la negación de lo español y el "socialismo" como superación del capiatlismo, son las dos caras indisociables de la misma moneda. El ataque al Estado español es en toda regla, como lucha simultanea contra al neofascismo actual, es decir, contra la burguesía española, síntesis de la opresión política y de la explotación capitalista en el Estado español.
La liberación para ser completa tiene que ser liberación nacional (esencia nacional real) y popular (clases trabajadoras).
Y esta combinación, matiz por aquí, matiz por allá, supone la línea divisioria que marca una concepción determinada de la lucha y los conflictos sociales. Y no todos los castellanistas la comparten, incluidos los de izquierdas... sobre todo cuando hablamos del siguiente punto: LA VIOLENCIA.
La violencia, parturienta de la historia en los manuales del marxismo-leninismo, nos dice que la "violencia de los de abajo" (pueblo, clase trabajadora, minorías sociales marginadas o explotadas, etc.) no sólo es comprensible por respuesta a una violencia estructural, sino tácticamente operativa e imprescindible para la emnacipación y una sociedad verdaderamente sin violencia.
- Así todas las causas internacionales, mezclando ovejas (ej. vasca, catalana, escocesa) con abejas (ej. kurdos, saharaui, palestinos), son dignas de la solidaridad en la causa.
- Entonces, grupos como ETA-Batasuna aparecen al fondo de un paisaje de solidaridad en la causa internacional contra el capitalismo y la burguesía españolista.
- Entonces, la cuestión ética se reduce a la constatación de la inexistencia de una ética universal, pues hay una ética burguesa (dominate e hipócrita) y una ética revolucionaria. Cada sector social enfrentado tiene la suya. Así, con el relatismo moral, un mal (un asesinato de un niño de 2 años por ejemplo) puede ser visto moralmente de distinta forma según la ética que utilicemos. No es que no se sufra, pero ese niño puede ser, en un escenario de "guerra de liberación nacional-popularl", un objetivo militar o un "daño colateral".
Y ahí comienza el envilecimiento que llega a su paroxismo con los curas abertzales de Herria 2000 Eliza, que tranquilizan cristianamente las almas de los miembros de ETA y de los cristianos de la izquierda abertzale.
Los traidores o los tontos utiles tambien tienen su papel. También están los alienados, reformistas y/o españolistas. Son una rémora. También habrá sectores nacionalistas menos "avanzados", pero burguesmente más presentables: se pueden instrumentalizar tácticamente o electoralmente.
En fin, creo, por el bien del castellanismo de izquierdas, las tesis nacional-populares (ej. Movimiento Popular Castellano) hay que mandarlas al cubo de la historia.
Hay que trascender el debate objetivo/subjetivo en la cuestión nacional.
Hay que trascender a Stalin y su concepción de las nacionalidades.
Hay que trascender el Volkgeist.
Hay que reconocer con todas sus consecuencias que estamos en una Democracia, imperfecta, pero cualitativamente distinta al franquismo. Existe la identidad española porque hay personas que se consideran españolas y hay una organización política (Estado) que lo sustenta. Pero el Estado español actual no es como el Estado franquista, y hay que evolucionar y ver una realidad con más matices que el brochazo gordo de "españolismo".
La confluencia con federalistas castellanos es una necesidad estratégica, porque mantienen un discurso antiespañolista.
Aquí no se trata de ver quien tiene "científicamente" la verdad objetiva: la identidad nacional tiene un componente subjetivo, de autoidentificación. Los castellanos que se consideran nacionalmente españoles o castellano-españoles no están ni más ni menos alienados o errados que los castellanos que se consideran sólo castellanos.
El PSOE e IU no son el PP: ni en base de apoyo ni en programa político ni en praxis. Agruparlos en un mismo bloque es, además de sectario, antimarxista.
Españolismo no es sinónimo de español, como castellanismo no es sinónimo de castellano. Pues hay castellanos que no son castellanistas, y hay españoles que no son españolistas. Y en Castilla hay muchos castellanos con identidad nacional española que son tan castellanos como los castellanistas. Y de lo que se trata es de ganarlos al castellanismo (opción política) y no decirles que son "menos castellanos" por sentirse españoles. Eso es EXTRAPOLAR EXPERIENCIAS SIN CONEXIÓN CON EL TEJIDO SOCIAL CASTELLANO. La solución no es gritar: castellanos, sed menos españoles y ahí hallareis la solución. Quizá sea reformar el
De todas formas, lo que haga IzCa es su asunto soberano. Lo que hacemos es opinar.