Joan Comorera i Soler nació el 5 de septiembre de 1895 en la localidad leridana de Cervera. Desde muy joven colabora en la prensa de tendencia socialista, al mismo tiempo que trabaja como maestro de escuela en su localidad natal.
En 1918 Comorera marcha a Francia por dos años, después de haber sido encarcelado por un artículo considerado injurioso por la Guardia Civil. Acogiéndose a una amnistía, regresa de Francia para instalarse en Barcelona, pero éste nuevo destino le dura muy poco tiempo: la Dictadura de Miguel Primo de Rivera le obliga a abandonar nuevamente Cataluña.
ésta vez se marcha a Argentina, para evitar ser detenido. Allí continúa colaborando con asociaciones socialistas y con su prensa hasta que un golpe militar le obliga a desplazarse a Montevideo ( Uruguay).
Permanecerá en la capital uruguaya hasta la proclamación de la II República Española en 1931. Con un clima político español más propicio para sus ideas catalanistas de izquierdas, Comorera da el salto a la política activa, consiguiendo un acta de diputado en el Parlamento catalán por la Unió Socialista de Catalunya (USC), partido en el que ostenta el cargo de secretario general.
La Unió Socialista de Catalunya había sido fundada en el verano del 23 por el escritor
Manuel Serra i Moret,
Rafael Campalans i Puig, el médico
Jaume Aiguader i Miró ( posteriormente en la Esquerra) y el profesor
Joaquim Xirau i Palau. Este partido, nacido de una escisión en el irrelevante PSOE catalán, recogía en su programa todos los planteamientos de la socialdemocracia europea junto al derecho de autodeterminación de Cataluña. En la práctica, la USC, aliado con ERC, se esforzará por potenciar al máximo las medidas sociales de aquella, contribuyendo de modo efectivo a una política social realmente avanzada.
Así pues, Comorera pasa a la Conselleria de Agricultura y Economía en el primer gobierno de Lluis Companys. Harto de las controversias existentes en la política española y catalana, apoyará (junto a algunos de sus compañeros de gobierno) la insurreción asturiana de 1934, hecho que le vale la condena a cadena perpetua en el penal de El Puerto de Santa María (Cádiz).
En esta foto, de izquierda a derecha: Pere Mestres i Albet, Martí Esteve i Guau, Companys, Joan Lluhí i Vallescá, el propio Comorera, Martí Barrera i Maresta y Bonaventura Gassol i Rovira.Pero Comorera no pierde el tiempo en prisión. Desde hace años le ronda por la cabeza la idea de crear el partido marxista único de Cataluña.
Cuando le liberan, tras la victoria del Frente Popular en las elecciones del 36 ( en las que Comorera, aún encarcelado, obtiene un acta de diputado) todavía no ha cristalizado su objetivo. Tiene que esperar,ya con la Guerra Civil comenzada, para convertirse en secretario general del
Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC) ,creado el 23 de julio de 1936, a partir de la fusión de la USC con el
Partit Catalá Proletari ( escisión socialmente radical de Estat Catalá) ; la
Federación Catalana del PSOE y el grupuscular
Partido Comunista de Catalunya (integrado en el PCE).
El PSUC se presenta a sí mismo como el
"partit únic bolxevic de Catalunya" y rápidamente comenzará a ejercer una influencia considerable en su tierra, donde el marxismo siempre había sido débil. La política de este partido se basaba parcialmente en el catalanismo revolucionario organizado, siempre que fuera compatible con la gestión militar, pero recalcaba por encima de todo la unidad del Frente Popular y la autoridad gubernamental para hacer la guerra.
El PSUC se encontraba ligeramente a la izquierda del PCE propiamente dicho, a causa de la necesidad de competir con el POUM y la CNT, pero se unió inmediatamente a la Internacional Comunista y quedó bajo el control directo de Stalin. No tardó el PSUC en convertirse en la filial catalana del PCE.
Establecido ya como líder del PSUC, Comorera se dedica a atender sus obligaciones como conseller de la Generalitat.
Al frente de las carteras de Abastos, primero, y Economía después. Fomenta las cooperativas industriales en Cataluña, viaja para negociar tratados con Francia y la URSS y aboga por la creación de una industria de guerra propia para todo el territorio catalán. Tras serias disputas con el gobierno del socialista Juan Negrín en torno a la defensa de su región (que culminarán con la crisis de agosto de 1938) a Joan Comorera le sorprende la entrada de las tropas franquistas en Barcelona, el 26 de enero de 1939, por lo que vuelve a emprender el camino al exilio por tercera vez.
A sus 44 años, Comorera atravesó la frontera con Francia convencido de que nunca más volvería a pisar suelo catalán. Resignado a continuar su labor al servicio del comunismo lejos de su tierra, y todavía al frente del PSUC, se traslada a Moscú en mayo de 1939. Allí permanece durante algún tiempo, hasta que una nueva contienda, la II Guerra Mundial, le obliga a trasladarse a México, donde colabora con el Gobierno republicano en el exilio.
En 1943, la disolución de la Internacional Comunista por parte de Stalin supone un duro golpe para el PSUC y Comorera se traslada a Toulouse, en el Sur de Francia. Allí, tras muchas disputas y reflexiones, propone un programa de democracia popular antimonopolista como alternativa al fascismo, pero es rechazado por sus compañeros, que le tachan de “pequeño-burgués”. Poco a poco, las relaciones de Comorera con sus camaradas del PCE-PSUC van empeorando.
En 1947 la Guerra Fría provoca que el movimiento comunista internacional cierre filas definitivamente en torno a Stalin. El PCE sugiere entonces la integración total en él del PSUC, y por consiguiente, el fin de su autonomía. Se inicia entonces el enfrentamiento abierto entre Comorera y la dirección del PCE, formada por Vicente Uribe, Antonio Mije, Francisco Antón
(en la foto) y Santiago Carrillo.
En 1948 Stalin empieza una campaña contra el dirigente de Yugoslavia Josip Broz (Tito),comunista independiente de Moscú y crítico con el sistema soviético. Se tacha a Tito de
“desviacionismo ideológico” de tipo nacionalista y de
“traición” ;todo ello por no acatar sin discusión las consignas de Moscú. El PCE hace suyas las consignas estalinistas y dirige las acusaciones de desviacionismo contra Joan Comorera.
Pero en julio de 1949 el PCE anuncia la celebración del XIII aniversario de la fundación del PSUC con un grandioso mitin en Toulouse, y Comorera intenta boicotear el acto pensando en frenar la absorción del PSUC por el PCE, pero el mitin se celebra el 28 de agosto de manera totalmente normal. Seguro ya de que sus compañeros le consideran un completo traidor, Comorera escribe a Stalin pidiéndole ayuda, pero no recibe respuesta.
El día 8 de noviembre del 49, el PCE declara oficialmente que Comorera es un
“traidor, perverso, degenerado,ambicioso,megalómano, con espíritu de caudillaje e imitador punto por punto del camino seguido por la banda fascista de Tito”. Sólo, sin amigos, aislado y expulsado de su partido, Comorera decide continuar en solitario la defensa de sus tesis izquierdistas y catalanistas, escapando como puedo de la persecución de algunos de sus antiguos camaradas, que intentan asesinarle.
En compañía de su esposa y escondido de todos, malvive en un pequeño piso de Barcelona, hasta que es delatado por antiguos miembros de su partido y detenido por la policía en junio de 1954.
Años más tarde, Enrique Líster (ex dirigente del PCE ) acusará a Santiago Carrillo de haber delatado a las fuerzas de seguridad franquistas la presencia de Comorera en la capital de Cataluña. Por su parte, Radio Pirenaica afirma que ya se ha entregado a la policía el
"traidor" Comorera;
"traidor a la clase obrera y a su pueblo".Tras tres años en la cárcel y un juicio ante un Consejo de Guerra, el anciano Comorera es condenado a 30 años de cárcel. Fallecerá el día 7 de mayo de 1958, a los 64 años de edad, a causa de una bronconeumonía que no recibió ninguna atención médica.
Antonio Cazorla Sánchez -
"Las políticas de la victoria: la consolidación del Nuevo Estado franquista"Carme Cebrián -
"Joan Comorera torna a casa"Sergio Vilar -
"Historia del antifranquismo, 1939-1975"
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