La finalidad de las inscripciones es la de permanencia (verba volant, scripta manent). La persona muere cuando se olvida su memoria. Un muerto no muere mientras alguien le recuerde. La fama es importante. El monumentum también tiene finalidad de permanecer, de recordar, su etimología tiene la misma raiz que la de memoria.
En españa hay unas 24.000 inscripciones conocidas (por la Universidad).
El granito se desmorona con el paso del tiempo. En las provincias de Avila y Segovia hay muchas placas graníticas, ya de difícil o imposible lectura.
Durante época romana 4 se escribe IIII, 40 es XXXX, 90 es LXXXX... Es decir no se resta nunca valor cifras. Cuando hoy se nos enseña en los colegios que 4 es IV, 40 es XL, 90 es XC... en números romanos aprendemos algo que nunca se hizo durante la época romana. Esta práctica actual se generaliza durante el Humanismo (siglo XV), aunque hay precedentes en los siglos anteriores (desde el X).
Muchas inscripciones son funerarias. En las lápidas funerarias aparece la edad del difunto (no la fecha de nacimiento ni del del fallecimiento), siempre expresada en múltiplos de 5. Al final, " S T T L" (sic tibi terra levis, que la tierra te sea leve).
En los mapas de la época romana aparece con relativa frecuenca la desinencia o terminación "--briga". Es término indoeropeo, significa ciudad. Ejemplos en Hispania, Flauiobriga, Segobriba, Mirobriga, Nertobriga.