Se me hace la boca agua al leer este mensaje.
Me encanta el pan como seguramente os gusta amuchos de vosotros. Sin embargo es una pena la pobrezxa de diversidad de panes que se ha visto en los últimos años por culpa de odiosas modas dietéticas, sobre todo.
Es más triste aún, que con el potencial cerealístico que aún hoy tiene Castilla, nos veamos condenados los "gourmets del pan" a encontrar en los supermercados sólo pan blanco. La cita que nos ofreces, riopadre, demuestra la riqueza y variedad de granos y manes que hubo en las alhóndigas y panaderías castellanas. Hoy, sin embargo, como mucho encontramos el pan candeal, como testimonio de esa riqueza cerealistica castellana.
la recuperación en la variedad de panes se esta produciendo. Lentamente y en muchos casos sin atender esa tradición castellana: el pan payés, el gallego, hasta el sevillano he visto en las tiendas; también el candeal, la variedad de trigo castellana de mayor calidad, es frecuente, aunque la calidad de todos ellos es a veces muy dudosa. Dentro de esta variedad hay una que me gusta especialmente y es la introducción que se está haciendo de otras tradiciones panificadoras centroeuropeas (con lo que me gusta a mí la zona, ya sabéis): el pan negro, al que cuesta un poco acustumbrarse al principio pero que da otras experiencias gustativas de lo más recomendables...

