No creo que haya que cambiar nada para adecuarlo a nada. Si hay procedimiento legal previsto una consulta popular no es nociva, salvo que, como ocurre, haya miedo (aquí hago un juicio de valor, como el chocolate).
Con un poco de miedo a quivocarme, ya que no soy abogado, diré que creo que ese referéndum es ilegal: solo el Gobierno de toda la nación puede convocarlo. Por otro lado, los referéndum de autodeterminación iene varias trampas. A ver qué opinais:
1- Es verdad que la ONU garatiza el derecho de los pueblos a la independencia, pero es verdad también que garantiza, en un grado más alto, el derecho a la integridad territorial de los Estados que al forman.
2- ¿Qué porcentaje de votos se necesitan para que se apruebe la independencia? ¿La mitad más uno? ¿Quién dice qué porcentaje se necesita? ¿Y la legitimidad de una decisión tomada por la mayoría más uno es iguala la de dos tercios, por ejemplo?
3- Imaginemos que sale que sí, que se independizan. ¿Permitirían volver a convocar otro referéndum, digamos, diez años después a ver sis ale que se vuelva a España?
4- Imagiemos ahora que sale que no. ¿Creeis que no lo volverán a convocar en años sucesivos hasta que salga que sí? Recordemos Québec: ¿sería esto hacer trampas?
5- ¿Tiene derecho un gobierno autonómico a gastar el dinero que el Estado le da en promocionar ese referéndum, con la subsiguiente ruptura del Estado del cual aquél obtiene su legitimidad?
6- ¿Es económicamente viable la independencia? ¿Y si no? ¿Bajo qué condiciones se daría una hipotética vuelta a España? ¿O esa nueva nación vasca podría elegir unirse a Francia?
En fin, unas cuantas reflexiones mías. Yo por mi parte creo que no se debe permitir ese referéndum desde el punto de vista legal y desde el práctico, y quizá el moral, y aquí estoy con Voivoda: si el cinjunto del pueblo no lo decide, nada de nada.
Saludos