Si me permiten que interrumpa, me gustaría dar mi punto de vista:
En esta cuestión la malformación jurídica anula voluntades y desapega de la realidad los juicios. Es cierto que hay leyes que la mayoría de las personas seguirían sin coacción, sin que su formación o educación tenga que ver nada en esto, pero hay otras uqe no. Incluso estas primeras también responden, como todo en las acciones y omisiones humanas, a incentivos. Los incentivos son lo que están dejando de lado.
Si los incentivos -tanto objetivos como subjetivos- para cumplir las normas comunes son poderosos la mayoría los cumplirá, un buen ejemplo es la prohibición de matar; pero la mayoría no es nunca unanimidad. INcluso en normas que a priori puedan parecer fáciles de cumplir voluntariamente como las normas sobre la propiedad privada y el robo no son tan claras.
Los incentivos son la clave de todo, porque hay tantos incentivos como personas y, como bien dice leka, tarde o temprano la mayoría tendrá que imponer sus "normas" a la minoría de una forma o de otra. La diferencia, creo yo, entre el anarquismo y cualquier otra forma de "gobierno" es que las normas propias del anarquismo impondrán omisiones -"no robarás, no matarás, no violarás"- mientras que un gobierno más tiránico impondrá obligaciones -"pagarás impuestos, enviarás a tus hijos al sistema eduativo socialista, aceptarás la autoridad de los funcionarios, les entregarás el monopolio de la violencia incluso en tu defensa-.

