Todos los años el mismo tema.
Elevar el mariconismo a la enésima potencia por la calle, ir en taparrabos por la calle, besarse delante de las cámaras igual que si estuvieras en pleno éxtasis, comentarios referiéndose al colectivo masculino homosexual en femenino, etc. son una auténtica vergüenza, sobre todo cuando muchos de los que van a dar la nota luego son de los de traje y corbata. Desde luego a mí no me representan pero ni a mí ni a infinidad de amistades y conocidos que pasan de la fiestecita y de la imagen tan distante de lo que somos o queremos.
Claro que hay a quienes les gusta salir y les da lo mismo que sea el Orgullo o San Isidro, también están los que utilizan la excusa de los derechos para ir de fiesta y exhibirse, ligar (que de estos los hay a patadas) y luego están los heterosexuales a los que les parece divertido porque les encantan las musculocas y las Maris.
Hay mil formas de exigir derechos sin dar tal pésima imagen mucho más serias. ¿De verdad es necesario una cabalgata en la que estén representadas todas las variedades sexuales del mundo homosexual? Porque es ridículo ir pregonando lo que a cada uno le gusta hacer en la cama.
En fin, lo dicho, somos muchos, más de los que van a esta fiesta, los que pensamos que da una imagen pésima de lo que somos los homosexuales.