ABRIL DE 2000
La tercera expedición
Cuando en ese año llegó el capitán John Black con el navegante Lusting y el arqueólogo Samuel Hinkston, junto a los demás hombres divisaron, al salir del cohete, una alta casa victoriana en cuyas ventanas crecían unos geranios y por una ventana se podía ver un atril con una pieza de música titulada "Hermoso Ohío".
Pronto divisaron el resto del pueblo que era su pueblo de la tierra, el mismo en el que algunos habían nacido y crecido. Casas blancas y de ladrillos rojos, y álamos y castaños, todos altos. En el campanario de la iglesia dormían unas campanas doradas.
Después vieron a sus padres, hermanos, amigos y vecinos muertos. Se abrazaron llorando. Con una alegría que superaba la extrañeza. Estaban en Marte.
El capitán John Black, en un esfuerzo por encontrar la hilazón de todo aquel aparente desafuero, intentó ordenar sus pensamientos contra la realidad que olía, veía, oía y sobre la que sus pies se mantenían firmes aunque un tanto trémulos.
Los geranios, una planta de cultivo, una variedad de cultivo que se conoce en la tierra sólo desde hace cincuenta años...
Las casas marcianas con ventanas de vidrios emplomados, cúpulas y columpios en los porches...
Nuestros seres queridos...
...
Tuvieron que hacer un gran esfuerzo de reflexión para ir contra sus propios sentimientos. El corazón borboteaba emociones que les sumían en ciegos abismos. Y se dieron cuenta que los marcianos, maestros en el arte del hipnotismo y la transmisión del pensamiento, habían adoptado las formas más queridas por los humanos. Adoptado la apariencia física y con ella, por fácil añadidura, los sentimientos que suscitaban.
La realidad, a veces, adopta las formas de nuestro convencimiento y se hace colectivo y lo comparten todos...o casi todos...
Hasta que alguno se extraña porque algo no le cuadra o porque le da por cuestinonarse a sí mismo. La cuestión de uno mismo es lo que los dioses, en un esfuerzo de imaginación y de generosidad, han puesto al alcance de los hombres para que se puedan salvar.
Vivimos una época de hipnosis colectiva, despertemos.
ADELANTE, Salamanca, Zamora, Valladolid, Sanabria, Palencia, Segovia, ...

