… voy ligero y nada queda;
el fuego ha consumido mi ser mortal y pertenencias, mi reflejo o dualidad, sus trozos o porciones:
mi última luz
y mi última brizna;
… ahora soy y habito en lo inasible,
motivo por el que oigo y veo, siento y resucito en todas partes,
y allí donde intuyo el descalabro terrestre con que un día usé y raí mi libertad;
todo, pues, lo he dado: coche, ropas, ajuares, fiestas, puentes y conceptos,
amores y memorias,
todo,
y así los huesos, la propia piel y mis propias almas,
como un torrente ígneo, todo, todo se ha ido;
… la novedad del resucitado es esta audiencia universal o voz,
- su armonía -
y también, ay, su ingente desnudez: la paz innominada;
… no, aquí ya no hay tiempo con que ahormar más horas de reloj;
un nuevo fénix sin final reagrupa el corazón y enciende el canto:
la sombra de la luz, no existe en él.
[/size]
… de “Libro de las sinopsis”.
http://www.oriondepanthoseas.com
