… y con esta corriente de cálido amor que nos roba el alma,
- tú, del otro lado, yo, de éste -
muere el día y también la noche y seguimos vivos;
¡ ah, qué importancia tiene apenas no morir y tocar y respirar la luz,
sentir los pájaros u oler tu pelo a trigo y a romero, cuando yo sé que hay frío, y pena,
y estás del otro lado…!
… se pudrirá el silencio sobre un hilo o caz de vida,
y habrá un temblor y tú al otro lado, siempre, y siempre, bellísima,
y del otro lado:
como si nada pasara,
como si sólo, sólo te amasen, las voces de otros hijos.
… del libro “Llantos en la España oscura”.
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