http://castilladespierta.wordpress.com/No hace falta más que echar un vistazo a los periódicos y seguir el día a día de la actualidad política para darse cuenta de una realidad: España está enfangada hasta el cuello.
Los principales actores políticos que han dominado la escena pública de este país desde la mal llamada Transición, pasan sus horas más bajas y todo indica que estamos en un punto de no retorno: El Partido Popular, mayoritario en Castilla y en el resto de España, se ha destapado como una auténtica mafia de sobornos, adjudicaciones a dedo y lavadora de dinero negro. La teórica oposición, el PSOE, tiene otro tanto con sus EREs en Andalucía. La Monarquía española, por más que la intenten proteger los palmeros de siempre, se hunde entre los chanchullos del bueno de Urdangarín y las andanzas nada éticas del Rey Juan Carlos. El poder judicial, teóricamente independiente, en entredicho después de saber que su máximo representante era afiliado del PP…y podríamos seguir.
Pero aún queda la guinda del pastel.
Cataluña, por mucho que desde el poder central se diga que no, se va a independizar en unos pocos años, y ya cada vez más españoles (y españolistas) se van dando cuenta de ello. Negar la realidad puede valer durante un tiempo, pero al final no sirve de nada.
Del mismo modo que Cataluña se irá, haciendo un poco de política-ficción, se podría prever que en un futuro no demasiado lejano las Islas Baleares se podrían plantear la marcha también. Al fin y al cabo, al igual que Cataluña también sufren un expolio fiscal considerable, lo mismo que la Comunidad Valenciana.
Al lector quizás le sorprenda, ya que tanto en Valencia como en Baleares el PP gobierna (al menos por ahora), pero una vez separada Cataluña, la presión fiscal en dichos territorios subirá y el agravio comparativo se disparará respecto al resto de territorios. Curiosamente, lo que fue el caldo de cultivo del independentismo en Cataluña. Que a nadie extrañe un proceso similar al de Cataluña en Baleares en los próximos treinta años.
Ante esta tesitura, incierta pero no descabellada, ¿Qué papel se nos reserva a los castellanos?
Castilla, el pueblo peninsular con la menor conciencia nacional de Europa, parece encantada con el rol de reserva espiritual de una España que poco a poco se va a pique.
Más sangrante es, que seamos los propios castellanos, a los que este país nos ha despojado de toda identidad y sumido en la despoblación y ninguneo, los que defendamos una España que ha funcionado a beneficio de los de siempre.
Visto lo que será el futuro próximo y como se podrían desarrollar los acontecimientos en un futuro lejano, ¿no deberíamos los castellanos empezar a construir las bases de un futuro estado moderno, antes que salvar los muebles de esta España corrupta en estado de desintegración?
No se engañen, la tan cacareada “Marca España” en el extranjero es sinónimo de despilfarro, corrupción y turismo barato de borrachera. ¿De verdad queremos ser reconocidos por dicha marca?
El proyecto “España” ha fracasado, y ya es hora de que nos demos cuenta. Es la hora de que los castellanos vayamos construyendo nuestro propio proyecto.
De Santander a Puertollano, de la Rioja a León.
Castilla, una nación.
