[? bajo la dictadura franquista]
? siempre am? el resplandor y s?lo nos dejaron el llanto libre;
con mi infancia jugaron mariposas negras, y un amor precoz,
y un suburbio de Dios a las mentiras;
hecho as?,
cualquier adolescente implica sesenta kilos de tristeza, y hambre eterna, y sed,
y un dr?stico camino sin agua ni palmeras;
? mi pueblo y mi ciudad fueron hoces y piedras milenarias de podridos y viciados secretos al o?do,
los mismos que nunca llev? el viento ni mat? un cuchillo ni trag? la tierra;
? y todos, todos fueron amigos y enemigos:
las viejas,
los brujos,
los vencejos,
la torre de la iglesia,
el sol
y la cig?e?a;
y si mirando la cig?e?a, el sol tost? mi cara,
mis ojos secos ped?an una l?grima y mis pies unos zapatos para correr y llorar,
para esconder, al fin, lo brutal y atroz: la ruina ingente de la guerra y tras la guerra.
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Antonio Justel/Ori?n de Panthoseas
http://oriondepanthoseas.com***