Seguro que todos hemos leido la relación entre el color morado de Castilla y algún grupo masón. Se ha escrito mucho acerca del mantenimiento durante los siglos XVII, XVIII y XIX del sentir comunero por masones, ¿alguien sabe dónde informarse del asunto, algún libro recomentado?. Para entrar en el tema os recomiendo éste articulo.
Sacado de:
http://www.elconfidencial.com/ocio/indice.asp?id=3706DE INTERÉS
El futuro de la masonerÃaEsteban Hernández
Martes, 26 de diciembre de 2006
¿Está viviendo la masonerÃa sus mejores momentos en cuanto a implantación social o, por el contrario, está en plena crisis? A esta última tesis se adhieren buena parte de quienes, en el entorno anglosajón, están reflexionando sobre los hermanos masones. Pero también en el ámbito francés hay voces que tratan de apuntar en voz alta soluciones a una supuesta decadencia. Es el caso del libro Pour retrouver la parole (ed. La table ronde), de Alain Bauer, Roger Dachez, Bruno Etienne y Michel Maffesoli, que analiza causas y ofrece recetas para frenar la caÃda de la masonerÃa en la consideración social. En España, sin embargo, hay quienes subrayan, como es el caso de Manuel Guerra -en su Diccionario enciclopédico de las sectas (4º ed.)- que si hay una época en que los gobernantes tengan una vinculación directa con la masonerÃa, esa es la actual.
Para Pepe RodrÃguez, autor de MasonerÃa al descubierto (ed. Temas de hoy), “la crisis es muy importante y profunda dentro de la masonerÃa de tradición inglesa o regularâ€. Lo es en España, pero también en Inglaterra, aunque allà se note menos ya que el número de masones y su imagen social está en las antÃpodas de lo que sucede en España. En ambos casos falla el modelo estructural y funcional de la masonerÃa que se practica, que parece desfasada a muchos y no atrae a gente joven; concientes de este problema en la GLUI (Gran Logia Unida de Inglaterra) ya se han comenzado a dar discretos cambios para modernizar las estructuras y caminar hacia un cambio generacionalâ€.
En España, el problema se verÃa agravado por “la mala imagen social que tiene la masonerÃa por obra del franquismo sociológico y del nacionalcatolicismo, y por las muchas y profundas rencillas y errores que han debilitado a la GLE (Gran Logia de España) desde 1982 hasta hoy mismo (momento de gran tensión y de luchas internas que puede traducirse en una inminente escisión)â€.
Para el historiador Ricardo de la Cierva, la crisis en el Reino Unido es evidente, ya que “en las primeras décadas del siglo XX, el 90% de los obispos anglicanos eran miembros de la masonerÃa. Ahora no tienen ninguno. Y en buena medida se debe a que surgió un crÃtico, Walton Hannah, que publicó un libro que ha terminado resultando demoledor para las aspiraciones masónicas, y que demostraba que cristianismo y masonerÃa no eran compatibles ya que ésta no era más que un simple revivir del gnosticismo antiguo. Aquel libro les hizo un daño tremendo. Hannah murió como sacerdote convertido al catolicismo en una oscura parroquia de Canadáâ€.
Si en las islas parece haber señales negativas, no es el caso, en opinión de Pepe RodrÃguez, en la masonerÃa liberal de tradición francesa, donde “las cosas van aparentemente mejor, con un modelo de masonerÃa más moderno, democrático y atractivo. Pero su nivel de afiliaciones continúa siendo muy bajo, aunque haya obediencias que, en relación a su reducido número de miembros, están manteniendo un buen número de iniciaciones, incorporando a gente por debajo de los 40 añosâ€.
La masonerÃa española
La masonerÃa española sà parece vivir momentos difÃciles, ya que está “muy dividida y encastillada en sus propias obediencias (muchas de ellas del tipo de las que yo denomino como ‘obediencias bonsai’), y que se muestran incapaces de resolver un problema que, aunque gustan atribuÃrselo a la persecución franquista, es consecuencia, fundamentalmente, de la incompetencia organizativa de masones y masonas que todavÃa viven y reviven los aires del siglo XVIIIâ€.
Sin embargo, no todo son señales de crisis en nuestro paÃs. Según Ricardo de la Cierva, “si en la Segunda República no habÃa un solo masón en los partidos de la derecha, hoy parece que existen varios nombres importantes en CiU y en el PP. SabÃamos, por el padre Manuel Guerra, que hay nueve masones en el gobierno, entre ellos la vicepresidenta MarÃa Teresa Fernández de la Vega, los ministros Juan Fernando López Aguilar y Miguel Ãngel Moratinos e incluso el presidente Zapatero. También en el PSOE hay muchos de ellos -es el caso de José Bono- pero lo que resulta completamente nuevo es su implantación en los partidos de la derechaâ€.
Pepe RodrÃguez niega la intención última, presente en estas revelaciones, de atribuir una oculta preeminencia social a la masonerÃa como institución. “La masonerÃa, como organización, jamás ha tenido influencia social. Lo que sà hay son masones que, por su posición, tienen influencia social, pero la tienen como personas, jamás como masones. Y eso fue asà en el siglo XVIII y lo es también hoy. En España, además, a diferencia del resto del mundo, ser masón es visto con recelo por parte de la sociedad, ya que todavÃa pesa mucho la falsa leyenda negra que le inventó la Iglesia católica y sus adláteres polÃticos totalitarios y que todavÃa repiten indocumentados ultraconservadores de postÃn, sean o no historiadores. En nuestro paÃs, para cualquier persona con alguna relevancia pública, ser masón o masona le supone antes un problema que una ventajaâ€.
“Hace poco se han dado casos muy relevantes de personajes públicos importantesâ€, disiente Ricardo de la Cierva, “que han gozado de influencia gracias a sus relaciones, como fue Mario Conde. Y se ha hablado también de influencias masónicas en las proximidades de la Casa del Reyâ€. En todo caso, según el autor de El triple secreto de la masonerÃa, es innegable que estamos asistiendo a un proceso de renovación en las hermandades de la escuadra y el compás, cuyo objetivo principal pasarÃa por establecer una conexión con la Iglesia Católica. “Tratan de hacer compatible la masonerÃa con la fe católica, pero la Iglesia no parece estar dispuesta, de ningún modo, a autorizar esoâ€.
Para Pepe RodrÃguez, la relación con la Iglesia católica es otra: “La masonerÃa ha sido perseguida con saña y fanatismo desde todos los ámbitos muy dogmáticos y totalitarios, ya sean estos la Iglesia católica, reyes absolutistas (siglo XVIII), polÃticos conservadores (y católicos) y dictadores de cualquier color o, también, regÃmenes y partidos comunistas. La iglesia católica lleva 250 años persiguiendo a la masonerÃa y hoy nada ha cambiado... a pesar de que la mayorÃa de los masones de lÃnea regular en el mundo hispanohablante sean, y asà se reconozcan, católicosâ€.
El secreto
Si hay algo que siempre se subraya cuando se habla de la masonerÃa, y de lo que ha sido repetidamente acusada desde la Iglesia Católica, es su tendencia al secreto. O, con otras palabras, a resguardar sus verdaderas creencias de la mirada pública. Algo que niega Pepe RodrÃguez, a lo que califica de “otro de los grandes bulos de la anti-masonerÃa. La masonerÃa tuvo necesidad de secreto cuando era perseguida, pero hoy ‘el secreto masónico’ es más un concepto ritual que una realidad formal. Cualquiera que tenga ganas de hacer la prueba podrá ver que se conocen infinitas más cosas de la masonerÃa que de la Coca-Cola, Banco de España, El Corte Inglés, Opus Dei, Legionarios de Cristo, Arzobispado de Madrid, o de cualquier otra empresa o institución. Un masón tiene el deber de discreción, del mismo modo que lo tiene cualquier funcionario o empleado en relación a lo que conoce por su actividad dentro de la entidad en la que realiza su función. Una obediencia es una asociación y, como tal, tiene los mismos derechos que cualquier otra, entre ellos el derecho a gestionar su intimidad como mejor le plazcaâ€.

