Ea ea ea, Rajoy es proetarra ahora según dice Pio Moa

Rajoy, el pro etarra.
Cada vez se descubre más el personaje: "Quiero un partido en el centro, un partido que dialogue con todos, sin excepción"
Como Zapo, ofrece el diálogo, el negocio político, en palabras más claras, a los asesinos, a la ETA. No directamente, no lo precisa, pero sí en la práctica. De hecho ya lo ofreció al entrar en la carrera de la revisión de los estatutos, la carrera por complacer a los balcanizadores de España. Que era, justamente, la clave de la colaboración de Zapo con la ETA.
Hay una diferencia entre la actitud de Zapo y la del Futurista Solemne. Zapo obra así por afinidad ideológica con la ETA. Rajoy, nada afín en ese sentido, obra por un ingobernable afán de poder. Diferencia irrelevante a efectos prácticos.
Y necedad futurista: en esa carrera de "diálogos", Zapo tiene las de ganar. Rajoy y su camarilla, faltos de cualquier espíritu creativo y con inteligencia muy limitada, imitan las tácticas que han dado el poder a Zapo. Recuerda a las muchas imitaciones de El País que se intentaron por toda España a raíz del éxito de ese periódico: no caían en la cuenta de que El País ya existía, y de que los sucedáneos difícilmente encontrarían espacio.
Y, por cierto, al caballero del Futuro no se le ha oído una palabra en defensa de la libertad de expresión, hoy tan acosada. Tendrá cosas más importantes en qué pensar: el diálogo, la nena angloparlante en el corazón y el cerebro...
Rajoy, con el Tiranosaurio y Gallardón: los políticos más miserables de la derecha, hoy.

