Comunicado de prensa
Hetaira, colectivo en defensa de los derechos de las prostitutas
Madrid, 27 de julio de 2010
Asistimos, con perplejidad, a una nueva puesta en escena mediática contra la prostitución. La última noticia la macroredada en Madrid en diferentes pisos y que se saldó con 350 mujeres “liberadas” según fuentes policiales ha demostrado que lo que se persigue es la prostitución que se anuncia en la prensa escrita, independientemente de que ésta se ejerza de manera voluntaria o sean víctimas de trata.
Desde Hetaira hemos investigado poniéndonos en contacto con mujeres que habían trabajado en esos pisos y los testimonios que hemos recogido nada tienen que ver con lo que ha salido en los medios de comunicación ni en las noticias filtradas por la policía. Según los testimonios de mujeres que en algún momento trabajaron en ellos, lo único criticable eran las habitaciones que utilizaban para descansar, pero siempre respetaban la elección de las mujeres tanto de los turnos de trabajo como de clientes y de servicios sexuales a realizar. No obstante, seguro que las condiciones laborales serían mejores si la prostitución estuviera reconocida como una actividad económica legítima (tal y como hizo el Tribunal de Luxemburgo de la UE en 2001) y se regularan las relaciones laborales cuando median terceros, como es el caso de estos pisos. Mientras esto no suceda, las trabajadoras del sexo que trabajan en clubes o pisos a cargo de terceros seguirán sufriendo abusos por parte de los empresarios y unas condiciones que no contemplan totalmente los derechos laborales de las trabajadoras. Pero la explotación laboral (algo que sufre un tanto por ciento muy elevado de trabajadores y más en tiempos de crisis como los actuales) no es lo mismo que la trata o la explotación sexual, un concepto que se ha puesto de moda últimamente y que no se sabe exactamente qué quiere decir.
Parece que el Gobierno está más interesado en los “golpes de efecto” para preparar las condiciones para la eliminación de los anuncios de contacto que en defender los derechos de las mujeres que trabajan en la prostitución de forma voluntaria.
El Plan Nacional contra la Trata de Seres Humanos con fines de Explotación Sexua,l contempla acertadamente una serie de medidas de protección para las que son obligadas a ejercer la prostitución. No obstante, su puesta en marcha parece más centrada en la represión y persecución de las mafias que en la defensa de las víctimas. Si tal y como mantiene el Gobierno central “Todas las prostitutas son víctimas de mafias” no entendemos cómo no se les está procurando protección, un lugar donde estar tranquilas y un periodo de reflexión mínimo de 30 días para que se decidan a denunciar a sus captores. La macrorredada organizada en la última semana en Madrid se saldó, según notas policiales, con 350 mujeres “liberadas”, sin embargo no sabemos dónde están estas mujeres a día de hoy (no se encuentran bajo la tutela de ninguna ONG), si se encuentran internadas en un CIE o bajo custodia policial. Tampoco sabemos si el Gobierno se replanteará esta “obligatoriedad” de denunciar a cambio de protección. Lo que sí conocemos es que al menos 34 se encontraban en “situación administrativa irregular” y , probablemente, tal y como ha sucedido anteriormente, se les aplicará la ley de extranjería estando expuestas a ser expulsadas de nuestro país. ¿Son víctimas de trata de seres humanos o son trabajadoras del sexo sin derechos laborales que serán expulsadas del país?
Palabras, palabras y más palabras vacías de contenido (“prostitución es violencia contra las mujeres”, “la prostitución atenta contra la dignidad de las mujeres”, “víctimas”, “mujeres liberadas”) se acompañan de medidas que causan una mayor desprotección en quienes ejercen la prostitución por decisión propia:
* las multas en los municipios se multiplican sin que el Gobierno central intente evitarlo. Las prostitutas han de trabajar el doble para poder pagarlas: ¿son los ayuntamientos los nuevos “proxenetas”? No se quiere ver a las prostitutas en las calles, parques y polígonos industriales pero no se les ofrece ninguna alternativa de espacios donde puedan trabajar con tranquilidad y seguridad. Mientras tanto, los grandes empresarios de clubes de alterne se frotan las manos sabiendo que no tendrán competencia en la calle (donde las mujeres se quedan con todos los beneficios que obtienen). ¿Preferimos, tal vez, que se vayan a trabajar a los clubes, fuera de la vista de la sociedad y donde sí sabemos que existe explotación laboral y unas condiciones abusivas?
* se trabaja en la idea de prohibir la publicación de anuncios de contacto en la prensa escrita como la “gran” medida para acabar con el gravísimo problema de la trata de seres humanos (¿se prohibirán también los anuncios en televisión, en Internet, en revistas especializadas en sexo para personas adultas?). Si hay mafias organizadas que se publiciten, por favor, aprovechen e investiguen caso por caso para acabar con ellas. Tampoco les interesa a los grandes empresarios de clubes de alterne la competencia de los pisos particulares.
* las prostitutas lo que necesitan son derechos laborales que las protejan: como trabajadoras autónomas del sexo en la calle o en pisos particulares o bien como trabajadoras dependientes de terceros en los clubes (para lo que habría que modificar el artículo 188bis del actual Código Penal que considera a éstos proxenetas).
Así mismo, exigimos que se pongan en marcha las medidas de protección y los recursos necesarios para defender los derechos de aquellas que son víctimas de trata.
No más abusos contra las prostitutas.
No a la criminalización
Ni multas ni expulsiones
Derechos laborales para trabajador@s del sexo
Protección social para quien desee abandonar la prostitución y
Protección real para víctimas de trata de seres humanos.
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Sobre el mismo tema:
Confederación de Policía cree que debería legalizarse la prostitución El comité de Cataluña de la Confederación Española de Policía (CEP) ha considerado hoy que la prostitución "debería legalizarse" en locales con licencia y, en cambio, estar penalizada la que se ejerce en la vía pública y las organizaciones dedicadas al tráfico de seres humanos.
Según indica la CEP en un comunicado, el debate sobre la prostitución "se reabre cada verano" y el gobierno español "no quiere abordarlo" y "lo único que hace es dar largas y aguantar a que pase el verano".
Después de recordar que la prostitución no es un delito, aunque sí que lo es la inducción a la misma -el proxenetismo-, la mencionada organización policial considera "curioso" que en España "haya habido un avance en materia social, al reconocer el matrimonio homosexual, por ejemplo, y sin embargo, en la cuestión de la prostitución ningún gobierno ha querido intentar regularla".
El comité de Cataluña de la Confederación Española de Policía considera, en este sentido, que
"hay que permitir" la prostitución "como una actividad comercial voluntaria" ejercida en locales con licencia, y "perseguir" y "castigar", en cambio, la "callejera" y también "las organizaciones dedicadas al tráfico de seres humanos".
"No puede ser que traficar con seres humanos salga tan barato a las mafias -lamenta la misma organización policial- por lo que la legislación tiene que cambiar y castigar duramente a quien no tiene ningún aprecio por los seres humanos y obliga a prostituirse a mujeres en contra de su voluntad".
Asegura, en este punto, que "muchas mafias y organizaciones de delincuentes han pasado del tráfico de drogas a traficar con seres humanos, ya que la pena impuesta por este delito es mucho menor".
"Podemos poner un millón de policías en las carreteras catalanas -señala- pero, si no se legisla, no podrán hacer nada para impedir que ciudadanas con residencia regular en España, como son casi el 99% de las prostitutas de carretera, se dediquen a ejercer" esta actividad.
Según la CEP, "todos estos policías los necesitamos para evitar delitos, y mientras que la prostitución en la calle no lo sea, es malgastar recursos humanos muy necesarios en otras labores".
Por otra parte:
"Hartas" de aparecer como víctimas y de no tener voz propia, las trabajadoras del sexo reclaman el derecho a decidir sobre su cuerpo como ejercicio de libertad, aferradas a la bandera de los derechos universales. La activista sueca Pye Jakobson, con 24 años de prostitución a la espalda, pretende lograr ese click mental y "hacer a las personas pensar". Ya lo ha hecho ante el Parlamento de Inglaterra, en Hong Kong o Escocia. "A todo el mundo le gusta el dinero y el sexo; la combinación no es tan complicada dentro del sistema capitalista". Precisamente en Suecia la ley tipifica como delito la compra de un servicio sexual desde el año 1999.
Impulsora del sindicato sueco Rose Alliance de "trabajadoras del sexo", Pye acudió ayer a la Semana Galega da Filosofía que impulsa el Aula Castelao para reclamar igualdad no sólo como mujeres sino como trabajadoras: "No son necesarias leyes especiales para mí porque no soy tan diferente y crean más problemas, tenemos que reconocer que esto es un trabajo". Lamenta además ese afán proteccionista de la sociedad y gobiernos como el de su país, cuya dicotomía moral se palpa a pie de calle: mientras se empeñan en "colgarnos la etiqueta de víctimas", el sexo cibernético gana la carrera a la acera. Un colectivo, sostiene, siempre vinculado a las drogas, los abusos o el tráfico de personas y que, pese a esa realidad, reivindica la existencia también de mujeres libres y "normales" que deciden tomar un camino que se recorre "con la cabeza, no con el estómago".
[b]"Tenemos muy poco amigos en la izquierda [/b] [están más cerca de los liberales no conservadores]
y me duele en el corazón", señala. En el sur de Europa la situación es "más honesta, más pragmática, porque no gusta pero se entiende". Sin embargo en su país la filosofía es otra. En este punto, dibuja una gruesa línea divisoria entre prostitución y tráfico de mujeres e insiste en que, curtida como está por las atroces historias de muchas compañeras, la tragedia para ellas no fue vender su cuerpo sino haber sido forzadas o engañadas.
Las razones de Jakobson pasan por la elección libre ante la prueba de la supervivencia. Ella reclama la libertad de decidir si quiere "trabajar como mujer de la limpieza o sufrir más y ganar el doble". "Ésa es la opción de esa mujer, su cuerpo y su vida", añade. La realidad es que pese a las 3.000 trabajadoras del sexo que contabiliza la ponente en Suecia, sólo 25 son activistas de un sindicato que sobrevive prácticamente en la clandestinidad. Una asociación de drogadictos les ha hecho un hueco en sus oficinas para que tengan donde reunirse. En su país, Pye no suele prodigarse. Podría perder su piso.
En conclusión a estos textos:
Hetaria colectivo en defensa de las trabajadoras del sexo, pide que se regule su actividad.
CEP: Sindicato policial, conocido por estos lares, pide que se regule la actividad.
Pye Jakobson, activista sueca, pide que se regule la actividad.
Anela, Asociacion de empresarios de clubes de alterne pide que se regule la actividad.
Mientras el Gobierno de España, a través de Interior y secundado por Igualdad lanza macro redadas contra las trabajadoras del sexo y no contra los proxenetas que según el código penal son los que incumplen el marco normativo, mientras las FSE detienen y explusan a las trabajadoras por no tener los papeles en el caso de las mujeres extranjeras y una criminalización para las nacionales.
Basta de Hipocresia, basta de cinismo, basta de prohibición.

