Estña meor la parte de las tórdigas llegando a Sigüenza desde Imón que lo que hay entre Atienza e Imón. En ésas últimas rectas hay un firme en pésimo estado y unos cambios de rasante peligrosísimos.
Tuve el placer de hacer un viaje el verano pasado (cuando hizo aquel tremendo frío de incluso hasta helar en agosto) del norte al sur de Guadalajara y disfruté como un enano con los paisajes y la cantidad de bosques que hay. Y curiosamente parecía más arbolado la parte alcarreña que la de los páramos serranos. En cualquier caso es un país el que tenemos que es para llorar de belleza.