CastillaTu vertical, Castilla, se ha quebrado
preñada por el odio, fustigada
por aquel viento explotador que hendía
la altura de tu carne con su azote.
Tu vertical cuajada en desencantos,
en sed que no se sacia, se retuerce
en un ataque de dolor extremo,
despeñada a una vida que no acaba.
Ya horizontal, Castilla masculina,
ya fantasma irredento, ánima en pena,
paseas tu esqueleto puntiagudo
- árida soledad - sobre tus páramos.
Ya conato de llanto o de bramido
- extraña apoteosis de tu gloria -,
matas el aire con tu aliento,
rasgas tu carne escasa con los dientes
y no aprehenden tus garras al hundirse
sino la horizontal despellejada
de esa llanura estéril, carcomida.
¡Si pudieras al menos con la muerte,
Castilla, aminorar tus sinsabores!...
¡Si pudieras vencente, si tu fósil
pudieras entregar a un mar inmenso!
Pero ya está dictada la sentencia,
tu morir palpitando, ese castigo,
tu eterna soledad, tu alma sin alma,
tu vagar por los cerros descarnados...
Hambre y sedTeníamos racimos de crepúsculos
como sangre aterida por las venas.
Discurrían caudales recrecidos
debajo de la dermis esclerótica,
y el perfil vertical, propenso al vuelo,
era en ambos a dos ave de presa
que aprestada a la lucha acecha el paso
de la historia y el hombre
para absorber su vida.
¡La sed, la sed, Castilla, pregonando
tu dolomía torturada, el grito,
Castilla, aquel aullido de los chopos
inquisidoramente para siempre ahogados
en mares de silencio!
Castilla, reo de delitos múltiples,
de infracciones sin palpo, delincuente
del secreto profundo del abismo
mudo e impenetrable...
Carne de tierra proclamando el fallo
de una justicia que falló temprana,
Castilla en cueros, prodigada inútil
por todos los rincones del planeta.
Siempre sed de extensión, y el hambre torva
gimiendo a flor de labio en calentura,
solicitando un puesto en el yantar.
... Pero fuimos excluidos del convite.
Fuente .- Gabino A. Carriedo -
"Poema de la condenación de Castilla". (Palencia, 1946)
··· 
