Bueno, pues al final Castilla y León ha dado cien mil votos a una constelación de candidaturas locales. Quitando a UPL, quedan 50.000 votos y cuatro escaños. No estaría mal intentar algún tipo de convergencia de todo ese espacio, aunque conociéndonos, nuestro cainismo lo pondrá muy difícil. Igual estamos condenados a esta política de taifas locales, pero sería maravilloso poder llegar a una entente, aunque fuera confederal, por una vez en nuestra vida después de 500 años.