ENTREVISTA A RAMÓN PERALTA
Ramón Peralta
Ramón Peralta es Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Derecho Constitucional. Colaborador habitual en diferentes medios de comunicación y autor de numerosos artículos y libros de temática jurídico-política y también histórica. Autor de TEORÍA DE CASTILLA. Para una comprensión nacional de España
Cuando no dejamos de oír a los nacionalistas reclamar un trato privilegiado para sus comunidades porque, a diferencia de las demás, son “históricas”, usted nos recuerda con su libro Teoría de Castilla, que esas comunidades apenas tienen una historia comparadas con Castilla. ¿Se puede entender Vascongadas y Galicia sin Castilla o Cataluña sin Aragón?
Es evidente que no, y sobre todo porque Álava, Vizcaya o Galicia en imposible entenderla sin Castilla. Los separatismos nos quieren hacer creer una historia que es un disparate… por ejemplo el hecho de hablar de euskadi o de Galicia como Nación… Castilla junto al Reino de Aragón conforman el nacimiento de la primera nación moderna de Europa ya en el siglo XV y esa no es otra que España. Para mí, desde un punto de vista, si quiere, estrictamente histórico, la única nación es España. Lo otro son regiones dentro del conjunto de la nación española.
Íntimamente unida a la historia de Castilla esta Vascongadas, especialmente Álava, ¿no es el separatismo vasco un gran despropósito, además de un atentado contra la propia historia del ser vascos?
Sin duda alguna, eso que llaman euskadi es un engendro sin ningún fundamento histórico. Es un invento de un señor que se llamó Sabino Arana. Euskadi nunca ha existido, existieron tres provincias, Vizcaya-Álava-Guipúzcoa, vinculadas directamente a la corona de Castilla.
Nos encontramos ante un problema provocado por la debilidad de los gobernantes de la nación y por un sistema electoral injusto que posibilita el acceso al poder a corrientes políticas minoritarias que ya sea por irresponsabilidad, falta de formación o por resentimiento, intentan rescribir nuestro pasado en función de sus teorías. Todo ello sin una base argumental.
Ortega y Gasset hablaba de la generosidad de Castilla en el proceso de formación de España como nación, podríamos decir que Castilla se hizo España compartiendo su esencia. ¿No cree que hoy precisamente nos encontramos con el fenómeno contrario, en vez de generosidad constructora de una empresa común, los nacionalismos, catalán, vasco y gallego, nos ofrecen la ruindad y la mezquindad como base de un proyecto de disgregación?
Fundamentalmente todo eso tiene que ver con el actual modelo de estructuración del estado que no es otro que el llamado Estado de las Autonomías.
Este modelo esta creando unas grandes diferenciaciones entre unas regiones y otras. Todas quieren estar al mismo nivel que la que más y se produce ese enfrentamiento que nos hace a unos españoles distintos de otros por residir en una u otra comunidad autónoma. Quien pierde realmente con todo este proceso es el proyecto nacional común y en definitiva todos los españoles.
Le podría poner como ejemplo el caso que estamos viviendo en Galicia tras el resultado de las elecciones autonómicas. Allí, un partido minoritario, al que ha castigado duramente su electorado en estas elecciones, tiene la sartén por el mango permitiendo decir que Galicia es una nación. Todo muy absurdo.
En las modernas tergiversaciones de la historia que están haciendo circular los nacionalismos se trata a Castilla como una especie de potencia expansionista, que acaba actuando como potencia colonizadora, ¿nos podría aclarar esta especie?
Es una tontería como todas las argumentaciones que se vienen realizando en este sentido. Esta claro históricamente, que Castilla nace de una situación fronteriza en el proceso de reconquista. Nace como un condado fronterizo. Castilla nace entre lo Astur-leonés y lo Navarro-aragonés y al unificarse con lo castellano nace la idea de España.
Desde el siglo XVI Cataluña a través del Reino de Aragón forma parte del conjunto de España.
En estos días una plataforma en defensa de las agresiones separatistas en Cataluña, argumentaba que en todas las comarcas “garcía” era el apellido mayoritario en Cataluña siendo este un apellido de origen castellano. Al mismo tiempo el 60% de la población tiene como lengua materna el castellano…
Existe una elite nacionalista que está imponiendo a la mayoría de la población sus pretensiones…
A lo largo de toda la historia podemos ver a través de la documentación existente, como el castellano no es impuesto de ninguna forma, sino que se extiende por su dinamismo y por su flexibilidad de forma natural.
La España romano-goda como concepto unitario, ya exaltado por San Isidoro, perdura como ideal durante toda la etapa de fragmentación medieval ¿no cree que la propia reconquista no fue más que un impulso, que durante ocho siglos persiguió por encima de las divisiones feudales, ese ideal? ¿El triunfo de cada reino medieval, no era precisamente su desaparición, para formar aquella unidad superior llamada España?
En la reconquista existe, por decirlo de alguna forma, un principio político rector. Este es el de la reconstrucción legítima del Reino de Toledo anterior a la invasión musulmana del 711. En todo el proceso de reconquista, ese principio de restauración cristiano-hispánico esta latente en la mentalidad de sus impulsores, asumiendo la herencia y legitimidad, digamos “dinástica”, del Reino de Toledo. Todo el proceso de reconquista pretende restaurar ese dominio legítimo sobre el territorio peninsular.
Ahora se nos quiere presentar la historia de la invasión musulmana como una historia de tolerancia en la que las tres culturas convivieron en suelo patrio, pero ¿no es más cierto es que cada comunidad era consciente de su peculiaridad frente a la otra, y que se concebían mutuamente como enemigos, no sólo religiosos, sino políticos?
Usted lo ha dicho, es un mito. No hubo ninguna simbiosis como sostiene muy bien en toda su obra Sánchez de albornoz, él, que estudio con profundidad toda la historia medieval es claro y no deja lugar a dudas En la reconquista hay un enfrentamiento insalvable entre dos cosmovisiones diferentes. La oriental o musulmana frente a la cristiano-hispánica. Pugnaban por el triunfo definitivo de una sobre otra. Esa es la realidad de la reconquista en España después de la invasión musulmana.
Hoy en día tenemos que escuchar algunos absurdos en este sentido. Es inadmisible decir que los andaluces son descendientes de los musulmanes. Un tópico en uso que no responde a la realidad histórica. Conforme avanza el proceso de reconquista hacia el sur peninsular, se van repoblando los territorios con gentes provenientes de Castilla. Podría citarle a los historiadores González Jiménez o a Ladero Quesada, ellos han tratado este tema con meticulosa profundidad.
La reconquista conlleva la repoblación, esto es una realidad clara que no admite ninguna duda. Andalucía es la “Castilla Novísima” que se convirtió en la avanzada de Castilla. A modo de ejemplo le diré que cuando Fernando III conquista Sevilla, la ciudad se queda tres días vacía, sin población… hasta la llegada de la castellana claro.
Yo diría que es una falsedad histórica aquello del encuentro tolerante de las culturas, son teorías que en el siglo XX autores como Américo Castro o Gala se han empeñado en defender sin un fundamento.
La historia de Castilla culmina con Isabel y Fernando, con la convergencia de las coronas de Castilla y Aragón se materializa el ideal de la Monarquía Hispánica perseguido durante siglos, formándose el estado moderno que supera las divisiones feudales de la Edad Media. ¿No pretenden los separatismos una regresión histórica al pasado medieval, oscureciendo la identidad de ese proyecto común que llamamos España?
Los separatismos, como usted bien dice, nos están llevando a una regresión histórica. Estamos viviendo una época en la que se argumenta la existencia de presuntas naciones basadas en unos presuntos derechos históricos que nadie conoce. Pretenden que volvamos a la época de pequeños reinos o aldeas. Y todo apoyado, como el ejemplo vasco, en los engendros de las teorías de Sabino Arana.
Para terminar, en su libro se refiere usted a la literatura épica, como una primera expresión de unos pueblos que surgen y se dotan de héroes arquetípicos, sucede con Francia y la Canción de Rolan, con Alemania y la saga de los Nibelungos y en España con el Cantar de Mío Cid, ¿qué clase de épica sería necearía hoy en España para recuperar el espíritu de empresa común?
En el aniversario de la Constitución de Cádiz, hay que tener presente aquello de “la soberanía de la nación española recaen en el mismo pueblo español” en esa constitución no se hablaba de nacionalidades históricas ni de nada por el estilo. Es importante tener presente esto, yo creo que es un punto de inflexión significativo.
Lo lógico es el fortalecimiento de la conciencia nacional, y por ello tenemos que luchar todos, mi libro aporta un granito de arena en este sentido, puesto que intenta desmitificar tópicos que tanto la izquierda como el separatismo introducen en la concepción general. Por la idea de España merece la pena luchar y debemos luchar.
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