Es de capullos pedir gallego: la mayoria de empleados de retenes son galllegos que hablan gallego pero q no saben escribirlo o q no fueron a la escuela o que no lo escriben con las reglas del último iluminado recien llegado a la poltrona de la Junta gallega.
Y mientras tanto arde el monte. Todo es un método para mandar a casa al empleado no afín y recolocar a sus militantes, bien aleccionados en las nuevas reglas gallegas (Ahora ya no se dice Xunta de Galicia sino Xunta de Galiza, que queda más extranjero todavía. Tampoco A Coruña sino Corunha...esto hasta me alegra pq es una ocasión perfecta para borrar de una puta vez todos los letreritos de autovias madrileñas donde pone A Coruña y poner LA CORUÑA). El periférico no buca proteger su idioma, sino ser siempre distinto del vecino, cuanto más mejor, para justificar otras cosas: el dinero es el fin real último.
Que bonito seria que se volviesen los bomberos castellanos en plena faena.

