Literal, tras vender el Obispado de Albacete a una constructora el cementerio viejo de la localidad de Valdeganga por un valor superior a 300.000 € los vecinos se han encontrado con que esta ha estado arrojando los restos de sus antepasados a un vertedero en bolsas de basura.
Una de esas noticias que te dejan literalmente a cuadros. Me la comentaron ayer en el pueblo y no daba crédito.
Dos conclusiones:
- Con dinero por delante la "tierra santa" puede convertirse en profanas viviendas. No quiera la mala fortuna que la iglesia española llegue a gestionar algún día los Santos Lugares o hemos de ver a Jerusalén convertida en Marina d´Or.
- El dicho "recalificar hasta la tierra de los cementerios" aplicado al urbanismo salvaje, en tierras albaceteñas no es una metáfora sino una asombrosa y vergonzante realidad.
Cada día estamos más cerca de ver a la Iglesia Católica convertida en sociedad anónima con Ratzinger a la cabeza de Iglesia Católica S.A. como presidente del consejo de administración. De hecho y de persistir Ratzinger-z en sus devaneos "retro" (ya vamos por la reimplantación de la misa en Latín) no se ha de tardar mucho en volver a la venta de indulgencias, sin duda un negocio rentable en estos tiempos de moral distraida.
Unos practican sexo con condón, otros recalifican cementerios... ¡vivimos en un gran pais!
No ir a misa los domingos, arrojar cadaveres a un vertedero, ser pareja de hecho, encubrir pederastas... ¡pecadillos de nada, hombre! (Los que cometan los pecados enumerados en primer y tercer lugar van al infierno, eso sí, previa reprimenda televisada de Rouco-Varela. Los enumerados en segundo y cuarto lugar son veniales o diretamente intrascendentes en función del tamaño de la sotana; estos no tienen reprimenda pero son aireados por medios manipuladores y rojeras, adoradores del mal con ánimo de destruir a la Iglesia Católica S.A. cuyo único y santo fin es lucrarse con la venta de camposantos)

