Las revueltas son una buena noticia si consiguen traer libertades a sus paises, pero no olvidemos lo que ocurrió en otras ocasiones. En Irán, cuando las revueltas expulsaron al tirano Sha se encontraron con un conjunto de movimientos desorganizados y de escaso calado. Sin embargo el clero iraní estaba perfectamente organizado y acabó llevándose el agua a su molino. Substituyeron un tirano por otro. Creo que Europa y América deben apoyar a todos los movimientos no fundamentalistas y ayudar a las sociedades que se ganan su libertad en las calles para evitar un cuarto Irán a las puertas de casa.
Éso mismo pienso yo. En Irak, hace dos días, no había libertad pero había orden. Hoy el poder está en manos de grupúsculos religiosos que se lían a bombazos para controlar su parte. Lo mismo podría pasar en casi cualquier país islámico donde la religión y la ley son cosas confusas entre sí.
Túnez tiene a su favor lo próximo que está a Europa y el efecto del turismo, que supone un modelo cercano para lo que la gente quiere hacer de su vida y su país.
Yemen es lo más preocupante, hasta ahora, de todo lo que se cuece por el medio oriente.