¿Y qué tiene todo esto que ver?
Tiene que ver que el proceso del indigenismo mal entendido que se está viviendo Hispanoamérica tiene una similitud con el leonesismo: el crear odio a una idea concreta, odio que por otra parte
nunca ha existido históricamente.
El mal llamado indigenismo está azuzando a las clases bajas de la población andina contra el "enemigo español", personificando en él todos los males y atrocidades, cual Duque de Alba a la americana. Solo superado por el odio a los Estados Unidos, y ese tándem es nefasto.
Un tándem basado en la fijación y el odio, en la lucha, por un lado, contra una opresión antigua (España) machacando el pasado y haciendo revisionismo histórico, y por otro lado, contra la nueva opresión (Estados Unidos), personificados ambos en la idea del "Imperio", el antiguo y el nuevo, que oprimen a Hispanoamérica.
Así las cosas, el afán es crear una corriente de nacionalismo indigenizado excluyente cuyo objetivo es acabar, no solo con la presencia de las potencias que ellos califican como "opresoras", sino también con su memoria.
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Como digo, ese odio en la población Hispanoamericana hacia España no ha existido nunca, siempre ha habido un hermanamiento social histórico que solo los extremistas de ambos bandos (indigenistas en América y xenófobos en España) se empeñan en dinamitar día tras día.
Hay infinidad de libros sobre la vida en los tiempos de las colonias, y desde luego, mi conclusión sobre el colonialismo español es que fue un periodo en el cual la Historia encontró a dos civilizaciones, las mezcló, enriqueció mutuamente sus sustratos y las fundió en una sola. Todos ganamos y todos perdimos. América perdió culturas propias introduciendo nuevos usos sociales, pero España también modificó su cultura, su lengua y su sociedad.
Ellos se desangraron en las primeras etapas de la conquista. Nosotros nos desangramos durante toda la colonización, ya que la emigración de los mejores dejó la Península seca de hombres, cerebros y valentía, regida por los peores, que no tuvieron los arrestos o la oportunidad para marcharse a buscar un futuro mejor.
Lo mejor de España, los cartógrafos, navegantes, investigadores, geógrafos, ingenieros... todos aprendieron en América y pocos acabaron regresando.
No es justo convertirnos ahora en los malos, azuzar el odio al español "opresor", porque en su momento nos llevamos todas las riquezas materiales, sí, pero les dejamos a cambio muchísimas otras riquezas en las que no les conviene pensar ahora.
Simplemente lo dimos todo por América, tanto lo peor como lo mejor de nosotros mismos.
Y el revisionismo histórico interesado del indigenismo me parece excluyente. ¿Nacionalización de los recursos? Por supuesto. ¿Control a las empresas extranjeras? Por supuesto.
Pero no fomentar el odio entre dos sociedades (España y América) que han estado históricamente hermanadas y que han producido juntas uno de los mayores y más ricos intercambios socio-culturales de la Historia de la Humanidad.