Todo esto echar un tufo que apesta, ¿cómo es posible que el BM Ciudad Real no atraiga a ningún patrocinador en condiciones? Es que no me lo explico, es uno de los mejores equipos de balonmano de todo el mundo, garantía de prestigio, muy conocido por toda Europa y en paises como Alemania, Ciudad Real es una ciudad bastante conocida gracias precisamente al balonmano, por lo que hay hasta posibilidad de buscar en el extranjero un posible patrocinador... pero nada, resulta que nadie se interesa. Pero es que hay otras posibilidades, para sanear un poco las cuentas, ¿por qué no vender jugadores? Simplemente con la venta de Sterbik, Lazarov y Cañellas, se podría sacar el dinero necesario para salir al paso y además ahorrándose unos suculentos salarios. Y si es necesario, hasta vender media plantilla y jugar con los jugadores de la cantera, que prometen y mucho, dejariamos de tener el equipo que tenemos ahora pero es preferible tener eso a no tener nada.
La cosa es que parece que el BM Ciudad Real tenía el tiempo contado desde hacía meses, si a Diaz de Mera le hubiese interesado que el club siguiese en Ciudad Real habría optado por alguna de las varias alternativas viables que hay, en cambio prefiere llevarse el equipo de la ciudad y que otros aguanten la vela, pero lo mejor de todo, es que Diaz de Mera seguirá de presidente
. La mejor prueba de que esto iba a pasar tarde o temprano, fue unas declaraciones hace unos meses de Hombrados, a quien se le escapó que le gustaría retirarse en Madrid... vaya vaya.
Ayer en el diario Lanza publicaron un artículo crítico con esta situación, bastante interesante:
Preguntas de difícil respuesta
Jorge Ureña
Ciudad Real
El dramático anuncio de Domingo Díaz de Mera de que si no encuentra patrocinios potentes en dos semanas se lleva el equipo a Madrid ha dejado una cosa muy clara y muchas preguntas de difícil respuesta que habrá que ir respondiendo poco a poco.
Lo que ha quedado meridianamente claro, sin dejar hueco a la duda es que el presidente no quiere dirigir un equipo de mitad de la tabla y que antes que eso traslada la infraestructura del club en busca de mejores vientos económicos que permitan que el barco siga en lo alto de la ola.
Así está ahora mismo la situación y los aficionados tienen por delante dos semanas de incertidumbre antes de que la amenaza del éxodo se haga triste realidad.
Ahí llega la primera de las preguntas sin pronta respuesta: ¿Definitivamente está perdido el equipo para la ciudad?
Aunque la respuesta parece obvia todavía queda un mínimo margen de esperanza. Quedan dos semanas para que se obre un milagro que cada vez parece menos posible.
El resto de preguntas surgen ya dando por hecho que el equipo emigra.
En tal caso ¿tiene ya Domingo Díaz de Mera un patrocinador que aporte una cantidad tal que justifique el cambio de sede? Debe ser la primera cosa que el presidente tenga atada más conociendo que no es un hombre que deje las cosas en manos del azar.
Conseguido el patrocinador potente y con el equipo ya en Madrid todavía quedan interrogantes a la espera de respuesta.
El primero es de cajón: ¿Se creará un nuevo club? Todo parece indicar que sí, que es condición indispensable. En tal caso ¿tendría que hacerse una “compra” de derechos del Ciudad Real por parte de la nueva entidad? ¿Qué legislación tiene ASOBAL sobre ello? porque ya se cerró el plazo de inscripción en la liga. ¿Jugaría el nuevo equipo la Supercopa Asobal, por ejemplo?
Demos por hecho que todo sale como Díaz de Mera tiene pensado y el nuevo equipo tiene plaza en Asobal y sede en Madrid. ¿Dónde jugaría?
En la capital hay decenas de pabellones pero resultará muy complicado encontrar uno en el que jugar teniendo en cuenta que la competición empieza en dos meses.
Seguimos suponiendo que todo va sobre ruedas al nuevo proyecto y encuentra pabellón donde jugar. Siguiente incógnita ¿qué afición iría a verlos?.
Hay todavía más cuestiones pendientes. Una de ellas sale a raíz de unas declaraciones del propio presidente el pasado viernes a los compañeros de La Tribuna diciendo que el equipo entrenaría en el Quijote Arena. ¿Qué pensará el Ayuntamiento de la capital de dejar entrenar en un pabellón suyo -está cedido al club- a un equipo que ya no juega en la ciudad?
En tal caso qué pasará con el Quijote Arena porque dejando a un lado al Balonmano Ciudad Real en la capital no hay ningún equipo que pueda utilizar la instalación.
Finalmente, si Domingo Díaz de Mera se va a Madrid con un nuevo proyecto ¿quién presidirá el Ciudad Real aunque su primer equipo juegue en segunda? porque no sería muy normal que De mera presidiera dos clubes en dos ciudades distintas.
Algunas de estas cuestiones se irán despejando solas con el paso de las horas, pero otras tienen un tiempo necesario de incertidumbre. La primera de todas (“¿Está el equipo definitivamente para la ciudad?”) es la única que tiene plazo de resolución, el que ha puesto el presidente: 30 de junio.
Veremos.