Pues la verdad, es que considero que existen pocas razones para dar una explicación al sentimiento de crispación de Aranda/La Ribera con Valladolid. El tema del ferrocarril quizás sea el más descarado, pero salvo éste y el de Michelín, no hay muchas más justificaciones al respecto.
Por esa razón me inclino a pensar que ese sentimiento anti-vallisoletano se alimenta fundamentalmente con el enfrentamiento entre la ciudad de Burgos (donde están prensa, radio y TV) y Valladolid, es decir, que en La Ribera casi ni nos va ni nos viene este problema.
Por ponerte un ejemplo, las especialidades de medicina en Aranda se pueden contar con los dedos y ya casi para cualquier cosa te envían a Burgos. Total, que como Burgos está colapsado, ribereños y burgaleses se ponen a mirar a Valladolid. Resulta gracioso (porque el sistema sanitario de Valladolid está tanto igual o peor), pero a cuenta del colapso renace el sentimiento provincialista y anti-vallisoletano, que pone en el mismo bando a ribereños y burgaleses.
Sin embargo, el problema de La Ribera no es que la ciudad de Burgos sea una incompetente para consigo misma, sino que ¿por qué han de desplazarse los ribereños hasta Burgos en vez de dotar a La Ribera de más especialidades? Cabe recordar no hay un hospital en 90 kilómetros a la redonda de Aranda y que el actual ha de atender a toda la comarca, el oeste de Soria y el noreste de Segovia.
Y la mejor pregunta de todas, si los ribereños se piensan que Valladolid está mejor y sabiendo todo el mundo que la Sanidad es una competencia autonómica, ¿Por qué hasta ahora no se han planteado acudir al sistema sanitario de Valladolid (tan lejos como de Burgos) en vez de criticar a esta ciudad?
Bueno, pues éste es uno de los muchos problemas y falta de servicios y competencias que sufre La Ribera, y cuya solución pasaría por aflojar los hilos con la ciudad de Burgos en vez de hacer propios los ídem que tiene ésta.
Y está claro, como bien dices, que en el centro de todos los males que fomentan la envidia y el odio interprovincial se sitúa, sin lugar a dudas, el PP. Pero por más que explicas lo nefasto que resulta este enfrentamiento tan pueblerino, repito que existe una tendencia general en La Ribera a mezclar churras con merinas.