Esta es una imagen del carnaval tradicional de toda la zona de la sierra de la demanda y los montes de oca. La "corrida del gallo"
Una de las fiestas mejor estudiadas es la de Carnaval. Su organización corría a cargo de la corporación de mozos a cuyo frente se colocaba el cachibirrio. Este personaje bufonesco, generalmente el alcalde de mozos, llevaba la cara pintada de negro y su traje estaba cruzado por ocho cencerros que hacía sonar rítmicamente, al compás de los movimientos de una verga de rabo de toro que el mismo portaba como símbolo de rey de la fiesta. El cahibirrio, cuya figura ambivalente ha sobrevivido en la danza, tenía, entre otros privilegios, el de dirigir el pasacalles de mozas, el domingo de Carnaval, y el de mozos, el martes; ambos encaminados a conseguir de los vecinos las viandas necesarias para la merienda del último día de la fiesta. También era de su responsabilidad evitar, incluso a puñetazos, el robo del tradicional gallo.
Entre los elementos de la fiesta destacaba el enterramiento hasta la cabeza, la muerte a pedradas y el intento de robo de un gallo por parte de los elementos exógenos al grupo moceril, representados por forasteros y casados. El animal funcionaba como portador del símbolo del chivo expiatorio y su sacrificio regenerador sustituía en el ritual carnavalesco a otras figuras malignas presentes en los carnavales rurales de Europa: el bandido ajusticiados, el invierno, etc. Esta escenificación carnavalesca se repetía en los pueblos del Valle del Urbión y en otros lugares cercanos acompañada por los ruidos de las bramadoras y la quema de máscaras pantagruélicas (Riberón, Perico Paja, la Vaca Rabona…).
http://belforad.wordpress.com/2011/11/07/los-jovenes-y-su-fiesta-en-la-riojilla/