Pues mira Leka, te pego un texto que me ha resultado interesante sobre el contencioso, que a mi ni me va ni me viene. Dice el Soria que hay que defender los intereses de las empresas españolas: que defiendan entonces esa mafia de la prostitución que da tanto dinero en este país de puteros necios, o que defiendan los derechos de Oddisey sobre el tesoro del barco. En cualquier caso, peor que una multinacional me parecería que Repsol fuese una empresa nacionalizada por el estado español que se estuviera llevando los recursos de Argentina.
Tal vez sea un gañán, pero que yo sepa desde el marxismo no hay ninguna máxima que condene el intercambio de productos
Es natural, deseable y beneficioso siempre que haya condiciones mínimas para las partes y para mi que se adecúe al desarrollo sostenible.
Los encontronazos entre el gobierno argentino y Repsol a causa de su filial en Argentina, YPF, se vienen dando desde hace ya un tiempo. Incluso el rey Juan Carlos ha intervenido en alguna ocasión. Sin embargo, ayer se precipitaron los acontecimientos. Veíamos a media tarde cómo el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, advertía, sin referirse a nadie en particular, que cualquier “gesto de hostilidad” hacia empresas españolas tendría “consecuencias”. ”Si en alguna parte del mundo hay gestos de hostilidad hacia los intereses de las empresas españolas, el gobierno los interpreta como hostilidad a España y al gobierno de España”, espetaba Soria.
El ministro español grababa este mensaje debido a los movimientos en Argentina durante las últimas semanas, en las que seis provincias argentinas habían revocado licencias a YPF, y otras dos habían demandado a la petrolera que aumentara sus inversiones bajo amenaza de cancelarle permisos de explotación.
A las pocas horas del mensaje lanzado por Soria, el diario agentino Clarín informaba de que varios diputados del gobierno habían presentado un borrador para expropiar el 50,01% de YPF, un porcentaje que ha sido declarado de “utilidad pública”. Se trata de un proyecto de ley que aún tiene que ser debatido en el Congreso.
Hoy, las palabras del gobierno español se han endurecido. El secretario de Estado para la UE, Méndez de Vigo, ha declarado que “romper las reglas de juego tiene un coste y Argentina se va a convertir en un apestado internacional”.
¿Hostilidad a España?
El ministro José Manuel Soria trató ayer de trasladar un conflicto empresarial a toda la ciudadanía española -”…el gobierno los interpreta como hostilidad a España…”-, algo de ética dudosa y que tiene el único objetivo de aumentar la presión sobre Argentina y hacer que los españoles interioricemos el conflicto de Repsol como nuestro. Vamos, que hagamos de esto “algo personal”.
Sin embargo, vale la pena echarle un vistazo al artículo que ha publicado hoy en su blog el diputado Alberto Garzón. El diputado pone en duda que Repsol sea una empresa española en el sentido literal, ya que la mayoría del capital de la entidad es extranjero (el capital español sobrepasa apenas el 30% de la empresa). Por tanto, no parecen ser los intereses de los españoles los que el gobierno estaría defendiendo.
Además, por si fuera poco, Repsol no contribuye todo lo que debería al sostenimiento de los servicios públicos de España, como hacemos todos los ciudadanos, ya que opera en paraísos fiscales, aunque asegura que su presencia en los mismos se está reduciendo (a buenas horas…).
Por último, el crecimiento económico de esta petrolera no se ha traducido proporcionalmente en aumento de puestos de trabajo y de salario: “Entre 1998 y 2007 Repsol vio sus beneficios incrementarse un 11’97%, mientras el empleo crecía solo un 4’84% y el salario medio un 1’71%”.
Un post del bloguero Antonio Maestre incide también en el sueldo de los consejeros. Con ironía, apunta que estos son “completamente representativos de la realidad ciudadana, oscilando de los 215.000 euros anuales a los 430.000″.
Luego hay otras dudas sobre los conflictos de intereses. Varios políticos del PP y el PSOE han salido de su carrera hacia el sector de las multinacionales a lo largo de nuestra breve historia democrática. Felipe González, por ejemplo, es consejero independiente de Gas Natural (con un sueldo de 126.500 €), y Jose María Aznar es asesor externo de Endesa (con un sueldo de 200.000 €), la empresa que, por cierto, privatizó el mismo, y además pertenece al Consejo del grupo Murdoch (156.000 €). Eduardo Zaplana, portavoz parlamentario del PP también durante el gobierno de Aznar, dejó la política y fue derecho a Telefónica. La última incorporación ha sido la de la ex ministra del PSOE Elena Salgado, que se ha ido también a Endesa.
Por tanto, se puede discutir si Argentina está haciendo lo más correcto o no, pero lo que no es aceptable bajo ningún concepto es que conviertan un conflicto de multinacionales en un conflicto entre naciones. Si hay conflicto, los ciudadanos españoles y los argentinos estamos en un bando distinto al de Repsol.
Extraído de
http://queparenlasrotativas.wordpress.com/2012/04/13/donde-esta-el-repsol-de-los-espanoles/