En enero de 2006 Ford ha anunciado su decisión de despedir a 25.000 trabajadores en la filial automovilística en Estados Unidos.
Los caminos de General Motors y de Ford siguen rumbos paralelos. Ambas compañías, iconos pasados del poderío industrial estadounidense, sufren en los últimos años una imparable pérdida de cuota de mercado, lo que ha convertido en deficitario su negocio automovilístico doméstico. General Motors anunció en junio de 2005 que iba a despedir a 25.000 obreros en Estados Unidos hasta 2008 para revertir las pérdidas. Ford anunció lo propio seis meses después.
El máximo ejecutivo del monopolio, William Clay Ford Jr., prescindirá así del 20 por ciento de la fuerza de trabajo de la empresa en América del Norte, como parte de un plan denominado Way Forward (Hacia adelante). Ford tenía a fines de 2004 122.877 trabajadores en su división automovilística en Estados Unidos, entre ellos 35.000 oficinistas. General Motors, tiene 142.000 trabajadores en Estados Unidos.
El biznieto del fundador no es nuevo en estas lides, dado que ya es la segunda reestructuración masiva que aplica sobre el grupo en los cinco años que lleva al frente. El recorte prevé además el cierre de al menos cinco plantas, probablemente las de Saint Louis, Atlanta y Saint Paul en Estados Unidos, así como la planta de motores de Windsor en Canadá y la fábrica de camiones en Cuautitlán (México).
Toyota superó a Ford como la segunda empresa automovilística del mundo en el 2003. Ford cerró 2005 con el 18'6 por ciento del mercado estadounidense, frente al 25'7 por ciento de diez años antes. Esta constante erosión de la cuota de mercado es la que ha provocado a la compañía sus problemas financieros. Así, Ford registró pérdidas de 284 millones de dólares (238 millones de euros) en el tercer trimestre, frente a un beneficio de 223'5 millones de euros en el mismo periodo de 2004.
La bancarrota capitalista es general. Ya no afecta sólo a los viejos sectores económicos capitalistas, como la minería o la siderurgia, sino al mismo corazón de la nueva economía: a las empresas tecnológicas. La joya de la corona, de la que tanto, se habló, se viene abajo.
Los más afectados por los recortes de plantilla son los empleados del sector de las telecomunicaciones. Desde enero de 2003, se han anunciado 91.799 despidos. Los siguientes en la lista son los trabajadores de las compañías automovilísticas (81.903), las de informática (53.774) y electrónica (46.668).
La crisis afecta a grandes empresas como IBM, Sun Microsystems, General Electric, General Motors, Cisco y Lucent Technologies.

