Paradojicamente los "moritos buenos" son los de Arabia Saudí, ese pais tan aliado de los EEUU. Sin embargo ese aliado fiel ha invertido millones de petrodólares en expandir por el mundo el wahabismo, su credo nacional, una de las interpretaciones del Islam más intolerante y extremista, la misma que abrazan los talibán, la misma que se extendió por Afganistán con dinero saudí, la misma que se expande por las repúblicas del caucaso con dinero saudí...
Paradójicamente el señalado como "peligroso enemigo terrorista" no fue una Arabia Saudí cuyo credo alienta un fanatismo peligroso e inhumano hasta contra los propios musulmanes, fue un Saddam Husein no menos sanguinario que otros pero indefenso y sometido, lider de un partido laico y del único estado de mayoría musulmana laico de oriente medio, y además de un estado cuya estabilidad garantizaba un inestable equilibrio de poder en la zona.
Para satisfacer los intereses que todos conocemos se dinamitó el gobierno de Irak, provocando el descontrol y una guerra civil soterrada, el fanatismo encontró terreno abonado en la minoría chii largamente reprimida; sin Saddam, la larga mano de Irán alcanza Irak; Irak ha desaparecido como un factor de equilibrio para contener a Irán, más bien, se ha servido a Irán en bandeja el que una parte de la población iraquí actue como agente al servicio de sus intereses...
Ahora Irán dice que quiere fabricar bombas nucleares para volatilizar a Israel del mapa y... ¿quien le pone el cascabel al gato? ¿que coalición podría reunirse frente a eso y que pais árabe se prestaría a colaborar con occidente ahora que el miedo a Irak ha desaparecido y no necesitan de la proteción de los infieles? ¿Hubiera permitido un Irak fuerte las veleidades nucleares de su archienemigo del este sin hacer nada?
Sí. Saddam era un cabrón, pero un cabrón útil a occidente que ha sido sustituido por un caos en el que prosperan cabrones mayores y más fanáticos que hablan directamente de provocar un holocausto nuclear. Yo no lo tomaría a broma: a Saddam Huseín, que aspiraba poder, le importaba vivir; a un fanático, que aspira al cumplimiento estricto de un dogma, no le importa morir.
Aznar, no solo merece la reprobación moral de su conducta. Solo un idiota sin sentido del estado, ni conocimiento de las relaciones internacionales, ni un ápice de comprensión sobre el mundo islámico podría prestarse a remover semejante avispero sin calcular las consecuencias en términos geopolíticos. El mito del Aznar gran estadista se resquebraja visto el apoyo que prestó a tal chapuza de imprevisibles consecuencias que bien podría poner al mundo en camino hacia una nueva guerra mundial. Aznar, como todos, solo pensó en su beneficio personal y ahora coge los frutos.
¡Y a semejante cantamañanas algunos lo siguen considerando un presidente deseable y u sabio iluminado!
Que una sociedad pueda alabar a Aznar, aupar a Zapatero o tolerar a Rajoy solo me reafirma en el lento pero cada vez más profundo asco que me da la sociedad española, su incultura política y su absoluta carencia de sentido del estado.

