Mensajeros afanosos se expanden por la Meseta y en la razón de los otros nuevas razones encuentran, el pueblo se da a sus jefes y EXPULSA A LOS QUE LE DIERAN. ....Y subiéndose a los montes comunica por hogueras, CASTILLA SE PERTENECE, A NADIE PERTENECIERA. Es imposible decirlo de una manera más bella y emocionante. Seamos esos mensajeros, mensajeros de Castilla.

