Tiene razón Torremangana, ya sabemos cómo acabó esa historia de exaltación nacionalista, venga de la derecha o de la izq, acaba mal. El castellanismo no debe caer en esa trampa, hay que tener cariño a la tierra, y a su gente, pero lo importante son las personas, sean de donde sean, el país es sólo para ayudarnos mutuamente, no para excluir al resto.