Sus obras dicen más de lo que a primera vista se lee, hay mensajes intemporales, constataciones y exegesis sobre el pasado del cristianismo importantes para entender el futuro de la fe y para conjurar falsas interpretaciones de Jesús y del cristianismo. Quizá esto moleste a ciertos sectores políticos y de otras confesiones con pocas simpatias por el catolicismo u opuestas a el.
De los Papas de los que he sido contemporáneo, Benedicto XVI es el que creo más eficaz para orientar al pueblo de Dios.