La ultima vez que he sido testigo de una boda amenizada por dulzainas ha sido este mes, en el territorio comanche de Madrid, en la Iglesia Castrense de Madrid, en la calle Mayor.
Una preciosa ceremonia, con una hermosa novia, y un novio capullo que decidió casarse de uniforme de Gala......
A la salida con la pareja recien casada, el arco tradicional con los sables, y al extremo dos dulzainas que retumbaban por todo el centro del (territorio comanche) una bombo y una caja.
Cabe destacar que el novio además de capullo (dicho con cariño), es militar y tambien no solo dulzainero sino que además se auto define como castellano. Debe ser la extraña excepción que confirma la regla, pero ahí está, en su casa además de unos cuantos instrumentos musicales a parte de la dulzaina, que tiene como cuatro, dispone de intrumentos de percusión, siendo un gran afionado y casi diria yo que acosador de Vanesa Muela.