Lo que prueba, en cualquier caso la cobardía del político de Castilla y León que se calla y agacha la cabeza hacia el pesebre.
Los catalanes no lo hacen ¿y acaso defender lo suyo no les honra? Que los políticos castellanos no hagan lo mismo no justifica la perfidia de los catalanes sino su propia inutilidad y cobardía.
Para esos políticos pesebristas, sin embargo, es más beneficioso hacernos creer que los malvados catalanes quieren comerse crudos a nuestros niños. Una forma fácil de achacar a otros las consecuencias de su poco compromiso con la ciudadanía castellana.
Culpar de todo a los catalanes es algo tan absurdo como cuando a la inversa los catalanes culpan de todo a los demás. Y en este caso concreto es una forma simple de desviar la atención de los ciudadanos hacia el exterior para evitar que estos exijan responsabilidades internas.
No veo boicot, veo competencia. Competir no es boicotear.
Luego tu verias correcto que Esperanza Aguirre o Barreda dijeran a sus ciudadanos que no comprasen determinados productos catalanes, y que prefirieran los castellanos, e incluso los franceses o los alemanes antes que sus equivalentes catalanes...
Si consumir productos franceses o alemans fuese beneficioso para estas autonomías si, sin dudarlo.