El juez encargado del
caso abierto por las torturas a Igor Portu y Mattin Sarasola a manos de la Guardia Civil ha dictado, en las diligencias previas 66/08, un auto fechado el 27 de febrero por el que acuerda que se continúe la causa penal por los trámites de procedimiento abreviado, al apreciar que existen indicios de la comisión de varios delitos de tortura y lesiones sufridos por los dos vecinos de Lesaka, detenidos el 6 de enero de 2008 en Arrasate. De esta forma, si el procedimiento transcurre por los cauces normales el juicio debería celebrarse relativamente pronto.
Tal como recordaron ayer fuentes del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), en esta causa están imputados quince agentes de la Guardia Civil, cada uno de ellos por un posible «delito de tortura» en concurso con otro «delito o falta de lesiones», según se refiera su actuación a Portu o a Sarasola, excepto el director del operativo policial y el agente encargado de la custodia en los calabozos, que están imputados por la comisión de dos «delitos de tortura» en concurso con un «delito de lesiones y una falta de lesiones» referidos a los dos prisioneros vascos.
Ingresado en la UCI
Igor Portu y Mattin Sarasola fueron detenidos el 6 de enero de 2008 y la alarma saltó apenas unas horas después, al conocerse que Portu había sido ingresado en la UCI del Hospital Donostia con lesiones de gravedad. Según el informe médico, el joven lesakarra presentaba un pulmón perforado, una costilla rota, hemorragia en un ojo y hematomas por todo el cuerpo, además de otras afecciones.
El informe de Osakidetza recogía, además, el relato de Portu sobre el trato recibido a manos de sus captores, en el que refería haber sido golpeado con puños y patadas en la cara, el tórax, el abdomen y las extremidades.
Su testimonio, sin embargo, fue aún más crudo cuando declaró ante el juez, a quien dio cuenta de todo tipo de torturas, igual que hizo Mattin Sarasola. Ambos relatos, de hecho, fueron tan parecidos a pesar de estar incomunicados que el magistrado de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska les dio credibilidad.
Esto sucedió pese a que desde el Ministerio del Interior, al alimón con varios medios, trataron de sostener que las lesiones se habían producido en el momento de la detención, al «oponer resistencia». El ministro Alfredo Pérez Rubalcaba llegó a manifestar que los dos detenidos habían tratado de huir, siendo en ese momento, al abalanzarse los agentes sobre ellos, cuando resultaron heridos.
Sin embargo, esta versión quedó desmontada, además de por las características de las lesiones, por el testimonio judicial de un testigo presencial de las detenciones. 16 horas después
Al conocer el auto, la Unión de Guardias Civiles recordó ayer la versión de Rubalcaba, y sostuvo que las lesiones se produjeron durante la detención. Pero Portu fue ingresado en estado grave 16 horas después, lo que no casa con esta versión oficial. Con esas lesiones -un pulmón perforado, una costilla rota...- no podría haber aguantado tanto.
"Me metieron en el agua y tragué y tragué..."
Los escalofriantes testimonios que Igor Portu y Mattin Sarasola hicieron en sede judicial, que fueron publicadas por GARA, dan muestra del maltrato sufrido tras su detención, y concuerdan de tal modo que debieron ser tomadas en consideración en una sede tan poco propicia como la Audiencia Nacional.
Fernando Grande-Marlaska, en el auto de prisión contra Sarasola, explica que éste denunció que «durante cinco días ha sido torturado salvajemente, y que ha sido muy, muy duro». Explica que tras detenerlo le llevaron a un bosque, donde le hicieron la bolsa una y otra vez, que se desmayó dos veces, que le golpearon en todas partes. «Me llevaron junto a un río; oí un disparo; siguieron pegándome y me metieron en el agua, y tragué y tragué...» señala en su declaración.
El relato de Portu es muy parecido. De hecho, ambos detenidos coincidieron en el río al que les llevó la Guardia Civil y vió cómo llevaban a Sarasola a un paraje desde el que oyó el sonido de un disparo, lo que interpretó como un simulacro de ejecución. También explica que le pusieron de rodillas en el bosque, que le pegaron en el vientre, en las costillas, en la cabeza, que le introdujeron la cabeza en el agua hasta que casi no podía más, que le hicieron lo mismo pero sujetándole de las piernas desde arriba...
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