Mirad la noticia que he visto hoy:
Caja Segovia y Caja Ávila podrán integrarse en Caja Madrid si rechazan las fusiones de Castilla y León
Caja Madrid puede ser la solución alternativa al proceso de fusión iniciado entre las cajas de ahorros de Castilla y León. Según fuentes financieras regionales, el nombre de la entidad madrileña ha sido ofrecido como candidato neutral para integrar bajo su estructura a las cajas de Segovia y Ávila, excluidas de la primera ronda de fusiones iniciado en esta comunidad autónoma, presidida por el popular Juan Vicente Herrera.
Caja Segovia y Caja Ávila son las hermanas pequeñas del sistema financiero de Castilla y León, con permiso de la burgalesa Caja Círculo. Reacias al modelo a seis propuesto inicialmente por la Junta, ambas entidades no suponen una prioridad a la hora de abordar el dibujo del nuevo mapa financiero de la comunidad. Las urgencias en el calendario son para completar de manera exitosa la integración entre Caja Duero y Caja España.
Según el escenario previsto por la Junta, las cajas de Ávila y Segovia podrían incorporarse al proceso de concentración en una segunda fase. Sin embargo, las incógnitas sobre la participación de Caja Burgos, la tercera grande en discordia, que prefiere absorber a su competidora Caja Círculo, han propiciado la aparición de Caja Madrid como alternativa neutral, de manera que no se entorpezca la fusión entre las de Salamanca y León.
Caja Madrid no es percibida como una caja intrusa en las provincias de Segovia y Ávila. “Estas dos provincias están bajo la influencia económica de Madrid. Miran más hacía la capital de España que hacía Valladolid”, explican desde otra de las cajas de Castilla y León. “Además, existe un fuerte flujo de población cruzado entre las dos provincias, factor que ha convertido ya a Caja Madrid en una entidad de referencia en esta zona”.
La situación financiera de ambas entidades, menos comprometida por su reducida dimensión, no comprometería la solvencia de Caja Madrid. En el caso de Caja Segovia, su coeficiente de solvencia es del 4,15%, con un patrimonio de 264 millones y unos beneficios de 32,7 al cierre de 2008. Su vecina de Ávila se mueve en cifras similares, con un ratio de solvencia del 5,66%, por un patrimonio de 354 millones y unos beneficios de 23.
Sintonía política, resistencias locales
En principio, la coincidencia de color político -el azul del PP- entre la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y León supone un punto a favor a la hora de abordar esta alternativa. Sin embargo, las disputas políticas existentes en los órganos de gobierno de Caja Madrid, entre Comunidad y Ayuntamiento, conflicto sobre el que debe pronunciarse ahora el Constitucional, pueden entorpecer la toma de una decisión unánime al respecto.
Desde el Banco de España, cualquier solución privada es vista a priori con buena disposición. Precisamente, Caja España fue una de las primeras entidades en sufrir a comienzos de 2008 el rigor inspector del organismo supervisor, criterios que le obligaron a reconocer para el cierre del ejercicio una mora del 5,28% al cierre del ejercicio, la más alta del sector junto a la de Caixa Cataluña sin contar a la intervenida Caja Castilla La Mancha.

