Comunero de Castilla
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« Respuesta #6 : Mayo 13, 2009, 07:00:09 » |
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WOUNDED KNEE
Después de la muerte de Toro Sentado, Pie Grande tomo el mando de la tribu dentro de la reserva de Standing Rock que en su mayor numero consistía en mujeres viudas y niños. Pero las autoridades blancas acusaban a Pie Grande de ser el principal instigador de la revuelta y ordenaron su arresto. Pie Grande decidió irse de la reserva con su tribu a Pine Ridge esperando la protección de otro gran jefe sioux Nube Roja. Durante la travesía cayo enfermo de neumonia, el 28 de Diciembre al acercarse la caravana a Porcupine Creek los vigías observaron 4 batallones de caballería.
Pie Grande al ver tanto soldado norteamericano ordeno que un indio ondeara una bandera blanca, cuando los dos grupos se encontraron Pie Grande se levanto a pesar de estar muy enfermo y saludo al Mayor Samuel Whitside del Séptimo de Caballería. El Mayor Whitside le informo de las ordenes de llevarlo a el y a su tribu a Wounded Knee Creek, Pie Grande le informo que iban en esa dirección hacia Pine Ridge. El Mayor quería desarmar a los indios pero fue disuadido de ello por su explorador John Shangreau para evitar que los indios se pusieran nerviosos y evitar un enfrentamiento. El Mayor comprendió la situación y ordeno que le medico de la tropa visitase a Pie Grande que cada vez estaba peor.
La tribu se puso en camino hacia Wounded Kneed Creek escoltados por 2 batallones de caballería y por otras 2 en retaguardia donde se encontraban los Hotchkiss Guns ( cañones ligeros de repetición ). Llegaron a Wounded Knee al atardecer.
En el campamento, los indios fueron contados cuidadosamente, había 120 hombres y 230 mujeres y niños. El Mayor Whitside decidió esperar hasta la mañana siguiente para desarmar a los indios. A la tribu se le asigno la zona sur del campamento, se les dio comida y algunas tiendas de campaña. A Pie Grande le dieron una tienda para el solo, una estufa y medicina. Para asegurar que ningún indio escapase del campamento fue reforzada la vigilancia dentro y fuera del campamento, los temibles Hotchkiss Guns fueron colocados en lo alto de una colina, apuntando hacia la zona del campamento donde dormían los indios, la zona sur.
Dentro de las tropas estaba el Coronel John Forsith que tomo el mando de los 4 batallones y relevo del mando al Mayor Whitside, el Coronel tenia ordenes directas de llevar a Pie Grande hacia Omaha y apartarlo de su gente.
Por la mañana un toque de corneta despertó al campamento, el Coronel ordeno que los hombres de la tribu se reunieran en el centro del campamento, el Coronel les dijo que serian enviados hacia Pine Ridge una vez que entregaran las armas. A Pie Grande le sacaron de su tienda y le hicieron sentar delante de ella, los ancianos de la tribu se sentaron a su lado y le dieron galletas para desayunar. Los indios depositaron sus armas en el centro del campamento, pero el Coronel no estaba del todo satisfecho y ordeno que entraran en las tiendas, los soldados sacaron cuchillos, hachas y estacas. Entonces ordeno que cachasen a los indios uno por uno, los indios se sintieron humillados, el chaman de la tribu Pájaro Amarillo recordó la Danza de los Espíritus y se puso a cantar y a bailar, cantando que las balas blancas no matarían a ningún indio por que los espíritus estaban con ellos.
Mientras tanto los soldados encontraron un rifle que era propiedad de Coyote Negro, este dijo que no daba su rifle por que tuvo que pagar dinero por ello, los soldados le ordenaron que entregara el arma pero no sabían que Coyote Negro era sordo y no les hizo caso, este indio al ver que los soldados le apuntaban se puso nervioso y empezó a disparar a la tropa.
El Coronel Forsith al ver que los indios se sublevaban se puso nervioso y ordeno abrir fuego contra los indios que estaban desarmados, en ese mismo momento los soldados que estaban con los Hotchkiss Guns abrieron fuego contra los indios, matando a hombres, mujeres y niños indiscriminadamente.
Cuando la masacre termino, 153 indios entre hombres y mujeres habían muerto, muchos de los indios heridos se arrastraban para morir solos, 25 soldados murieron y 39 fueron heridos la mayoría de ellos por fuego amigo, los soldados e indios heridos fueron trasladados a Pine Ridge, algunos soldados registraron el campamento para cersiorarse de que no quedaban mas indios vivos. Llegaron a Pine Ridge al anochecer, solo llegaron 4 hombres siuox y 47 mujeres y niños, a los cuales se les dejo dormir a la fría intemperie mientras se les buscaba alojamiento para ellos, al día siguiente la iglesia de Pine Ridge alojo a los indios dentro de la Misión.
Los soldados enterraron a los muertos entre los cuales se encontraba Pie Grande. Wounded Knee fue la ultima batalla entre las tropas norteamericanas y guerreros indios.Antes de que aquel crimen cumpliera cien años de impunidad, otra vez Wounded Knee volvería a ser noticia. En 1973, casi un millar de sioux se concentran en el pueblo y denuncian el irrespeto del último tratado firmado por sus representantes y el gobierno estadounidense. Denuncian la corrupción, el abandono, las condiciones infames de vida que se les propone, los asesinatos, las violaciones, el desamparo, el desempleo…
Sólo 24 horas tardaron en llegar miles de agentes de todas las oficinas gubernamentales para cercar el pueblo.
Dos meses largos duró el asedio y la defensa. Desde el pueblo se hizo una propuesta de alto el fuego. “Estados Unidos ya no firma tratados” –fue la respuesta del negociador. En decenas se contaron los muertos.
Ninguna de las denuncias hechas fue considerada, a ninguna acusación se le dio curso. Ninguna medida se adoptó por el gobierno para corregir irregularidades, violaciones y abusos. Nadie fue acusado, nadie respondió por los tantos delitos denunciados.
A nadie puede extrañarle hoy que los sioux hayan decidido retirarse de todos los acuerdos suscritos con los Estados Unidos y declarar su independencia, ni las palabras del representante sioux: “No somos más ciudadanos de los Estados Unidos, y los que viven en el área de los cinco estados (las dos Dakota, Nebraska, Montana y Wyoming) que forman nuestro país, son bienvenidos”.
Durante más de cien años, el gobierno estadounidense ha hecho lo indecible porque los sioux abandonaran su idioma y su cultura. Se les ha prohibido su lengua, sus manifestaciones culturales, sus ceremonias religiosas…
Actualmente, el promedio de vida de un sioux, por cierto, todavía ciudadano estadounidense, es de 46 años, casi la misma que la de un afgano e inferior en veinte años a la de un boliviano, la más baja de América. Ignoro que tan larga fuera la vida de los sioux antes de la llegada del progreso pero me atrevería a asegurar que no hay motivos para celebrarlo. Marginación, indigencia, alcoholismo, suicidios, son parte del estado de miseria en que malviven los sioux y otros pueblos indígenas norteamericanos.¿Quién no querría separarse de sus verdugos?
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