Vamos a ver los partidos regionalistas y nacionalistas surgidos en Castilla desde principios de 1977 (cuando se crean los primeros partidos polÃticos vinculados a nuestra tierra) hasta 1999. Trataremos de establecer las coincidencias y diferencias de sus idearios. La fuente fundamental para éste análisis ha sido el Registro de Partidos PolÃticos del Ministerio del Interior. En este Registro se encuentran depositados, actualmente, más de 1200 protocolos de partidos polÃticos, de los cuales poco más de una docena corresponden a partidos regionalistas o nacionalistas castellanos. Sin embargo, los escasos partidos castellanistas presentan una gran diversidad. No tanto en el sentido ideológico, sino en la concepción del ámbito geográfico castellano. Entre estos partidos, algunos optan por mantener la actual configuración polÃtica de las AutonomÃas; otros abogan por la unificación de todos los teritorios castellanos. Están, además, aquellos que pretenden separar a Castilla de las tierras leonesas.
Antes de pasar a una descripción de los partidos castellanistas, es necesario establecer una primera clasificación de los mismos. Hemos utilizado dos variables: la cronológica (fecha de inscripción en el Registro de Partidos PolÃticos, expresada entre paréntesis) y el ámbito geográfico de actuación. No los clasificaremos por motivos ideológicos debido a tres razones: en primer lugar porque estos partidos son (salvo excepciones) bastante eclécticos en sus concepciones ideológicas; en segundo término, sus Estatutos no son una fuente que, por sà misma, nos permita hacer una clasificación precisa y, en tercer lugar, por que la territorialidad de Castilla puede ser, en ocasiones, un tanto confusa.
- Once Provincias (las 9 de Castilla y León más Santander y Logroño).- PNC (1977) , PANCAL (1978)
-Castilla (partidos carreteristas, que pretenden separar Castilla de León).- PREC (1988), Unión Castellanista (1989)
-Castilla de 17 provincias.- UCC (1983), UNC (1988), TC (1988)
-Regionalistas que no definen su ámbito territorial.- RR (1987)
-AutonomÃa de Castilla y León.- UPC (1983), ACP (1983), DRCL (1990), PRECALSA (1992) , URCL (1993)
La variable cronológica, por sà sola, no facilita una clasificación. La proximidad de elecciones puede ser el factor de mayor peso en la constitución de partidos*. El ámbito territorial de la acción polÃtica de los partidos parece confirmarse como la mejor manera de clasificarlos, siempre sin perder de vista otros factores como el componente ideológico, la cronologÃa u otros datos que nos permitan marcar el perfil polÃtico de estas agrupaciones.
Los primeros partidos castellanistas Durante el desarollo del proceso autonómico, entre fines de los 70 y principios de los 80, no tardaron en aparecer organizaciones polÃticas que centraban su ideologÃa en la defensa de los intereses castellanos o castellano-leoneses. El primer partido nacionalista surgido en estas tierras fue el
Partido Nacionalista Castellano (PNC). Nació en Valladolid, y sus promotores eran de esta misma ciudad, pero no llegó a obtener personalidad jurÃdica como partido polÃtico. Según sus Estatutos, el marco geográfico de actuación del partido eran las actuales provincias de Castilla y León, más Santander y Logroño. Su ideario se inspiraba en el humanismo cristiano y en los
"ideales solidaristas del socialismo".. Sus aspiraciones de autonomÃa para Castilla y León quedaban sintetizados en la siguiente declaración :
"Garantizar la plena autonomÃa castellano-leonesa, junto a las demás nacionalidades, de suerte, que la región no sea nunca menoscabada. La exigencia de un nacionalismo justo, igualitario, autonómico, solidario, pluriforme y democrático".El primer partido castellanista constituÃdo con éxito fue el
Partido Autonómico Nacionalista de Castilla y León (PANCAL). Tuvo un destacado promotor en Millán Bravo Lozano (catedrático de la Universidad de Valladolid) vinculado a una de las asociaciones regionalistas más importantes: Alianza Regional de Castilla y León, que contaba en sus filas con catedráticos, empresarios y procuradores de las Cortes franquistas.
El Estatuto del PANCAL estableció el mismo ámbito de actuación geográfico que el PNC, pero también hacÃa referencia a la
"Castilla total", que incluÃa a Castilla la Nueva y a los grupos de emigrantes castellanos establecidos en Cataluña y PaÃs Vasco. No será el único partido que haga referencia a los emigrados como parte constitutiva de la región. De ideologÃa ecléctica, quizás cercana a la socialdemocracia, el PANCAL querÃa luchar contra las desigualdades de todo tipo, pero sobre todo:
"Convoca a todos los castellanos residentes dentro o fuera del territorio de su nacionalidad, a la acción polÃtica inmediata para poner fin a su postergación, asà como a la depredación sistemática de sus recursos naturales, ahorros y hombres, a que se han visto sometidos Castilla y León a manos del centralismo del Estado". La vida de este partido quedó marcada por su Asamblea de febrero de 1980, en la que el sociólogo Francisco José Alonso RodrÃguez (que luego se harÃa masón) desplazó de los máximos órganos del partido a Millán Bravo, a pesar de las reclamaciones de éste sobre la nulidad de la Asamblea. A partir de ese momento, el PANCAL inició una trayectoria de alianzas que le llevaron primero a constituir la Federación de Partidos Socialdemócratas y Partidos Liberales en agosto de 1981. Este partido publicó el libro
Villalar´82, en el cual se citaban las siguientes palabras de Miguel Delibes:
"A Castilla y León se la ha ido desangrando, humillando poco a poco, paulatinamente, gradualmente, aunque a conciencia. Se contaba de antemano con su pasividad de encaje de sus campesinos. En medio siglo no he asistido en mi comunidad a otra manifestación de cólera colectiva que no sea su amargura eterna." Y pocos meses después, se incorporarÃan a la Federación de Partidos de Alianza Popular (AP). Fue dentro de Alianza Popular cuando el secretario general del PANCAL, Alonso RodrÃguez, resultó elegido procurador por Soria en las primeras Cortes de Castilla y León, figurando en el Grupo Mixto. Pero la ruptura con el partido de Manuel Fraga no tardarÃa en producirse: en abril del 84 el PANCAL abandonó la coalición AP-PDP-UL.
Años después, en 1989, Xabier Arzalluz y Xosé LuÃs Barreiro Rivas ofrecieron un ramo de flores a los Comuneros en Villalar. La razón de este acto era la siguiente: el PANCAL se presentaba las Europeas de aquel año junto al PNV, Coalición Galega y Agrupación Independiente Canaria. Aquello sentó muy mal a ciertas personas:
"El PANCAL se dedica a vender la fiesta de la región a intereses electoralistas de fuerzas foránes; una burla, una trampa".** Se inició entonces una larga travesÃa por el desierto, en la que sólo acumuló derrotas electorales, hasta las elecciones autonómicas de 1999, en las que sólo presentó candidaturas en Segovia.***
Partidos polÃticos carreteristas Durante la configuración de la artificial autonomÃa castellano-leonesa surgieron propuestas que consideraban a León y a Castilla como dos regiones (o nacionalidades) distintas, hermanas, pero claramente diferenciadas.
El caso más significativo fue la asociación polÃtica
Comunidad Castellana (CC), fundada en Covarrubias (Burgos) en 1977. En su Manifiesto Fundacional se afirma que Castilla ha sido obligada a asumir culpas ajenas, siendo maltratada económica y polÃticamente, revindicando para
"toda Castilla, desde la Montaña y la Rioja a las sierras celtibéricas...Un puesto, igual y digno, en la comunidad fraterna de los pueblos y los paÃses españoles". Sus propuestas se basaban en el pensamiento del segoviano Luis Carretero Nieva y su hijo Anselmo, autores de numerosas obras sobre los lÃmites de la "castellanidad". La proposición territorial de los Carretero y Comunidad Castellana agrupaba este conjunto de provincias: Santander (La Montaña), Burgos, Logroño, Segovia, Ãvila, Madrid, Guadalajara y Cuenca, aunque el marco administrativo provincial era considerado artificial.
CC se solidarizaba con el Grupo Autonomista Leonés (GAL), creado en junio de 1977 con el fin de potenciar la autonomÃa leonesa. Ambos grupos firmaron el "Acuerdo de Benavente" (a finales de aquel año) y la Declaración de Arévalo (en vÃsperas del Villalar de 1978). Es significativo también que CC se opusiera a la fiesta de Villalar, pues (en su opinión) aquello no tuvo lugar en Castilla, sino en Valladolid (Reino de León) y sólo representa una derrota. Según esta asociación polÃtica, Villalar pretende utilizarse en beneficio de intereses particulares y centralistas.
Los militantes de CC rescataron del olvido las instituciones económicas, sociales y culturales autóctonas, como las Comunidades de Villa y Tierra. Contaba con militantes en Madrid, Valladolid y Burgos, de variadas tendencias ideológicas: desde la CNT hasta la UCD (como los diputados Modesto Fraile y Carlos Gila).
El primer partido polÃtico que recogió esta idea de Castilla fue el
Partido Regionalista Castellano (PREC), surgido en octubre de 1988. Sin embargo, el Estatuto del PREC hablaba de Castilla la Vieja, por lo que parece que da por sentado que existen dos Castillas, lo que no coincide con el ideario de los Carretero y CC, que hablaban de una sola:
"El Partido Regionalista Castellano hace denuncia expresa de la actual Comunidad Autónoma de Castilla y León, por considerarla una Comunidad artificial e impuesta, que no ha sido diseñada obedeciendo a criterios de igualdad con respecto a las llamadas Comunidades Históricas, ni teniendo en cuenta la identidad regional histórica de Castilla la Vieja, según la cual el pueblo castellano tiene derecho a disponer de su propio pasado." Como no podÃa ser de otra manera, el PREC se oponÃa a Villalar:
"No es una fiesta del pueblo, es la fiesta de los polÃticos". No es casual que este partido naciera en Burgos y que sus promotores fueran burgaleses. En Burgos, el sentimiento de pérdida de la capitalidad de Castilla la Vieja, la constitución de Santander y Logroño en comunidades autónomas y la unión con el antiguo Reino de León para formar una comunidad autónoma con capital en Valladolid suscitaron no pocos rechazos. Hay que destacar que en el Estatuto de esta formación polÃtica no se enumeraban las provincias que conformarÃan Castilla la Vieja, cuestión que no es anecdótica. Las provincias de Valladolid y Palencia no entran en los proyectos territoriales leonesistas, pero tampoco son consideradas castellanas por parte de asociaciones como Comunidad Castellana. Las dos provincias se convierten en una especie de "tierra de nadie", ni leonesas ni castellanas. Quizás la cuestión más importante es el peso demográfico y económico de Valladolid. SerÃa un factor desequilibrante en cualquier construcción regional encabezada por Burgos o León.
Pero el partido que más claramente reflejó las propuestas de CC fue
Unión Castellanista (UC). No apareció en Segovia (el mayor centro de acción de Comunidad Castellana) sino en Soria, estableciendo su sede en la pequeña localidad de Escobosa de Calatañazor. Según sus textos programáticos, los fines de UC eran los siguientes:
"Defender los legÃtimos derechos de Castilla a sus propias instituciones polÃticas, la identidad del pueblo castellano y su cultura, y la reivindicación del territorio de Castilla como marco geográfico de dichas instituciones" La Junta de Promotores de este partido recogió a toda una variedad de personas de algunas de las provincias que debÃan componer la "auténtica Castilla". No sólo hay santanderinos, sorianos y burgaleses, sino también madrileños y conquenses. Sólo faltaban representantes de Guadalajara, Logroño y Ãvila para completar el mapa de la "Castilla" carreterista. Tanto el PREC como UC concurrieron a las elecciones municipales y autonómicas de 1991, pero sus resultados fueron eximios. Fueron las únicas elecciones a las que ambos partidos se presentaron. Actualmente,
Ciudadanos de Burgos (Ci.Bu) es el único proyecto polÃtico que sigue la lÃnea carreterista. Defienden una versión reducida de aquello que los Carretero entendÃan por Castilla: Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia y Ãvila. Los carreteristas, en buena parte, contribuyen a dividir aún más a esta maltratada tierra, ya de por sà dividida y troceada.

