La mayor parte de las zonas con baja o nula contaminación lumínica, están en territorio castellano. Reflejo de la despoblación del campo castellano y de su baja densidad de población. Pero vamos, prefiero eso, a la altísima densidad de población de zonas como el País Vasco, Levante, litoral catalán...
Es la naturaleza la que tiene la razón siempre.
Y en estas latitudes sureuropeas la que tiene que mandar es el agua.
Cuanta mayor disponibilidad natural de agua hay, más población puede haber.
Por eso en la cornisa cantábrica puede haber en el medio rural densidades de población de 100 habitantes/km2 en el medio rural, sin el menor problema, en consonancia con el resto de Europa con la que comparte clima. Y el País Vasco en concreto debería de ser acorde a este principio natural, la zona más poblada del país, porque es donde la disponibilidad de agua es mayor incluso en el verano (lo que conlleva también un terreno más productivo).
En el resto de la Península la densidad de población debe bajar por narices a la mitad (en la meseta norte está por debajo de lo que debería, igual que Extremadura) En la Cuena del Tajo ya sobra gente también, pero por Madrid. Y en La Mancha también hay quizá población de más. En Levante y Cataluna igual debería haber la 1/7 parte de la población que hay. El Estado Espanol con sus políticas, no solo compensa sino que fomenta esta distribución y desequilibrio antinatural, directo a causar graves problemas en el futuro.
En Portugal la población se distribuye de modo mucho más acorde a esta naturaleza, siendo la zona más poblada el norte, donde hay más agua, y la más despoblada el Alentejo (sur), donde hay menos agua naturalmente. Y sus dos ciudades más importantes en la desembocadura de los dos ríos más grandes: el Duero (Oporto) y el Tajo (Lisboa).
Andalucía es un caso interesante porque aunque quizá tenga un pelín de población de más, la tiene más o menos bien distribuida.
Aragón es el caso más curioso porque si uno ve un mapa de densidad de población real, por tanto más preciso, ve como la población sigue exactamente los cursos de los ríos (donde hay agua, porque el resto salvo el Pirineo, es desértico).
Conclusión: si yo fuera presidente del Gobierno, no solo no hacía trasvases de agua, sino que los hacía de población, en dirección norte y oeste (evidentemente no iba a ponerme a deportar gente, pero sí por ejemplo, a beneficiar fiscalmente la instalación de empresas en los lugares que se están despoblando y están por debajo de su capacidad natural.
Evidentemente, plantear esto en el Estado Espatranol es una utopía.