Quedan poco más de dos meses para una de las citas más importantes de mi calendario. Pero tras muchas noches en la campa en mi espalda, llega un Villalar muy, pero que muy especial para mí. Y es que será el primero en el que asistirá mi hijo Darío.
Habrá a quien le parezca una tontería que vaya mi hijo con tan sólo siete meses. Pero para mí es muy importante, no sabría explicar muy bien por qué, pero es así