Román de la Calle, destacado profesional del ámbito de la museología y el arte director del Museo Valenciano de la Modernidad y la Ilustración ha presentado su dimisión esta mañana como respuesta a las presiones de la Diputación Provincial de Valencia para retirar varias fotografías relacionadas con la trama Gurtel en la que se encuentran involucrados cargos del Partido Popular.
La película de los hechos.
El Muvim elabora anualmente un programa cultural y de exposiciones temporales conocido como "farem..." (haremos...) este programa cultural incluía este año una retrospectiva fotográfica sobre los hechos más destacados del pasado año que organizaba la asociación de prensa valenciana Unió de Periodistes Valencians en colaboración con el personal del museo.
La exposición se inaugura con un total de 91 fotografías. El diputado del PP Máximo Caturla protesta por la presencia de las fotos censuradas.
Al parecer el diputado de cultura (PP) comienza a recibir presiones desde altas esferas del partido y de la Diputación. Presionado desde arriba, el diputado de cultura Salvador Enguix comunica a la dirección del museo que 10 fotografías alusivas a la trama Gurtel deben ser retiradas por orden de la Diputación, ente gestor del museo.
La dirección contacta con la Unió de Periodistes que rechaza la orden de la Diputación y mutilar la exposición comunicando que retira la exposición, que se celebrará igualmente en un espacio alternativo al Muvim.
Llueven las criticas sobre la dirección del museo, que en este tema está atada de pies y manos. El diputado de cultura Salvador Enguix (PP) asume públicamente toda la responsabilidad sobre el veto. Nadie le cree.
Esta mañana el director del museo, Román de la Calle, puesto en la tesitura de acatar una clara injerencia política en su labor o desacatar una orden directa ha presentado su dimisión.
En rueda de prensa ha asegurado que dimite "en defensa de su dignidad", exculpa al diputado de cultura Salvador Enguix por considerarlo una mera correa de transmisión de órdenes que le llegaban de más arriba "tú recibiste la orden y tú la transmitiste, bajo una presión ingente" y desmiente a la Diputación sobre que la retirada de las fotos fuese consensuada con la dirección del museo.
La exposición se va a celebrar igualmente completa y en otra ubicación, probablemente con gran éxito de visitas a causa de la polémica, e instituciones de varias ciudades han mostrado interés por acogerla.
Quiero expresar desde aquí mi completa solidaridad con la ex-dirección del museo en su conjunto, con Román de la Calle, que fue profesor de un servidor, y con el personal técnico del museo.
Quiero denunciar además, pues es un tema que me ha tocado a veces muy de cerca, las condiciones en que los profesionales de determinadas áreas trabajan, sometidos a la continua presión política y obligados a conjugar en precario equilibrio su criterio técnico y su ética profesional con esas presiones, con su puesto de trabajo y medio de vida como rehén de las segundas en perjuicio de las primeras.
Román de la Calle, profesor universitario y profesional reputado se puede permitir el lujo de dimitir salvaguardando su dignidad, pero muchos otros profesionales han de elegir día a día entre su dignidad profesional o el paro, lo que les deja poca opción a dimitir o a defender su criterio.
Esta es la democracia española: una mierda como un piano.
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