Por causa de la reserva hidrica que el Estatuto de Castilla la Mancha recoge en su texto, el diputado valenciano Alarte quiere votar en contra del Estatuto de CLM junto con los demas diputados del PSPV, dice el Mundo de Hoy que tuvo un enfrentamiento con Leire Pajin por esta causa.
Y me temo que los valencianos quieran arrastrar a los diputados socialistas de Murcia. No se olvide que hace años fueron los valencianos los que convencieron a los murcianos para que se unieran a ellos contra CLM por el agua de los castellanos.
Panader, ¿No crees que es el momento de enviar esa carta?
PP y PSOE quieren aprobar el estatuto mediante un acuerdo bilateral. Pretenden pasar de los partidos nacionalistas pactando una componenda que probablemente consista en mantener el trasvase a camnbio de una reserva menor de lo solicitado inicialmente por el PSOE-CLM.
Ambos partidos deben llegar a un acuerdo pues se encuentran en situación delicada, con fuertes tensiones internas entre sus sucursales autonómicas. En este momento el trasvase o la reserva les importa ya a ambos un pimiento: lo único que quieren es alcanzar una entente que les permita salvar la cara.
El PSOE puede tratar de pactar con los nacionalistas o dejarse inducir por estos en contra de los intereses de Castilla, pero eso convierte a Barreda en un cadáver político. Saben que ello solo puede servirles para perderlo todo en CLM sin ganar nada en Valencia. Así que si pueden dejar de lado a los nacionalistas, mejor.
Significativamente el BNV, tras tener sus cinco minutos de gloria ha desaparecido de escena por completo. Como si no existieran para la misma prensa que hace poco les daba titulares.
La cuestión es...
¿Merece la pena reintroducir en escena a un partido quemado para presionar a unos partidos nacionalistas que por ahora están al margen del tema?
Por otra parte los propios nacionalistas parecen haber adoptado una postura de perfil bajo y el otro día el propio PNV remitía a PP y PSOE a alcanzar un consenso previo... Bien, si esa es la postura del PNV es precisamente la postura de no injerencia que demandábamos.
Parece ser que CiU también ha adoptado una posición parecida. No se posicionarán sobre el estatuto de una comunidad autónoma que les es ajena sin un acuerdo previo entre PP y PSOE.En febrero existía la amenaza de que los nacionalistas decantasen la balanza a favor de Alarte y el PSPV frente a Barreda, pero Barreda se ha encontrado un paradójico aliado en Cospedal; PP y PSOE han puesto a funcionar su maquinaria para meter en cintura a sus dirigentes autonómicos y la fuerte división interna en ambos partidos los ha llevado al punto de tener que buscar una componenda cuanto antes.
A día de hoy el BNV no ha mostrado capacidad de influencia alguna sobre las decisiones de CiU que solo se posicionará con el viento a favor en linea con la mayoría. Es decir: apoyarán lo que resulte de las tensiones bilaterales entre PP y PSOE o a la parte ganadora en las tensiones internas de ambos, por lo que por ahora renuncian a decantar la balanza o a jugar algún papel clave en esto.
Se comenta que el PSOE ha tratado de inducir a CiU a pactar sobre este tema pero este partido ha rehusado interferir en un estatuto que les es ajeno.
Es justo lo que se les pedía en la carta, una postura de no injerencia. A día de hoy la postura de los nacionalistas es bastante más decente que la del PP y PSOE que están dispuestos a pactar lo que haga falta para salir del embrollo en que se han metido.
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