Una 'luna de miel' mortal
10 ABR 2010 15:32
BEIRUT.- Hay noticias que revuelven el estómago. La que ha trascendido hoy no es nueva, si siquiera es un caso aislado, y precisamente en su tozuda repetición radica la gravedad del suceso.
Una niña de 13 años ha fallecido en Yemen cuatro días después de su matrimonio amañado con un hombre de 23. Su ‘luna de miel’ la mató, según ha relatado su madre, Nijma Ahmed, que pudo hablar con la cría antes de que falleciese. Según el relato de su hija, tras celebrarse el matrimonio pactado su esposo la ató y la violó repetidas veces. La visible pérdida de sangre de la niña no acobardó al marido. Cuatro días después Elham Assi moría: según el informe forense, severos desgarros en la vagina y en el recto le causaron una hemorragia interna que resultó mortal.
La denuncia la ha realizado el Foro de las Hermanas Arabes, la ONG yemení que más activamente defiende la prohibición de los matrimonios de niñas, una tradición muy arraigada en el país árabe. “Elham es una mártir del abuso infantil en Yemen y un ejemplo claro de lo que se justifica por la ausencia de un límite de edad de los matrimonios”, explicaba la ONG en un comunicado.
Según la agencia humanitaria Oxfam, el 40% de las niñas yemeníes son casadas antes de los 18 años. El Ministerio de Asuntos Sociales de Yemen estima que un tercio de las nuevas contrayentes tiene menos de 15 años. Las razones son múltiples, pero destacan la ausencia de derechos de las mujeres, la tradición tribal, la miseria de las familias que reciben una importante cantidad de dinero a cambio de la niña/novia y la creencia de que, cuanto más joven sea la esposa, más susceptible será de someterse a los deseos del marido.Mujeres yemeníes protestan por un intento legal de imponer una edad mínima a los matrimonios.
Eso destroza por completo las vidas de las esposas preadolescentes, como denuncian las ONG. “Los matrimonios tempranos incrementan el riesgo de que las niñas queden desescolarizadas, expuestas a la violencia, a los abusos y a la explotación e incluso de que pierdan sus vidas a causa de embarazos, alumbramientos y otras complicaciones”, explicaba Sigrid Kaag, responsable regional de UNICEF, en un comunicado de condena de la muerte de la niña. A eso habría que sumar los riesgos médicos que padecen los bebés nacidos de niñas recién casadas.
Los ejemplos que confirman las palabras de Kaag son numerosos, como la muerte de Fawziyah Abdulah Yusef, casada con un hombre de 24 años cuando sólo contaba con 11. Un año después, en septiembre de 2009, falleció tras un parto de tres días de duración. Según la citada agencia de Naciones Unidas, Yemen tiene una de las tasas de muerte maternal más altas del mundo, con 430 mujeres fallecidas por cada 100.000 nacimientos, 20 veces más que su vecino, Arabia Saudí. No debería extrañar: según una encuesta de Oxfam, la edad más común para el matrimonio entre las yemeníes son los 15 años de edad.
Las críticas de las organizaciones no gubernamentales y las muertes no han surtido efecto a la hora de acabar con esta costumbre, que trascendió a la opinión pública internacional hace tres años cuando una niña yemení de 8 años, Nojud Ali, acudió a los tribunales de su país para pedir el divorcio. Los jueces se lo concedieron en una sentencia sin precedentes.
El caso atrajo la atención mundial y se convirtió en el referente de muchas asociaciones yemeníes para los Derechos Humanos, que comenzaron a luchar por una legislación que regule la edad mínima de los matrimonios. También sirvió como ejemplo para otras niñas como Rim, de 13 años, quien logró divorciarse hace unos meses tras un año de matrimonio no deseado.
Gracias a la presión de las ONG, el Parlamento yemení redactó en 2009 una ley que marca la edad mínima en los 17 años, pero el texto fue revocado por un grupo de legisladores radicales que lo consideró anti islámico y que lo remitió, para su revisión, al Comité Constitucional del Parlamento, que aún no se ha pronunciado sobre su validez.
Coincidiendo con ello, un grupo de clérigos emitió un edicto religioso donde se declaraba ‘apóstatas’ a los defensores de prohibir los enlaces de menores de edad y se instigaban manifestaciones para denunciar que la limitación de la edad de los matrimonios “va en contra de la Sharia”. Las protestas de mujeres defendiendo los matrimonios forzados de niñas demostró hasta qué punto está dividido el país en esta cuestión.
Hasta 1990, la legislación yemení marcaba los 15 años como la edad mínima para el matrimonio, pero el Parlamento decidió anularla argumentando que son los padres quienes deben decidir cuándo casan a sus hijas. Y si depende de los progenitores, sobre todo en las provincias, todo esfuerzo puede considerarse perdido. Como dice el refrán tribal yemení, “si te casas con una niña de nueve años, un matrimonio feliz te será garantizado”. Lo contaba la divorciada de 10 años Nojud Ali, que sabe bien de qué habla.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/orienteproximo/2010/04/10/una-luna-de-miel-mortal.htmlPor seguir con el tema más que nada.