El Emprendedor.
No te quedes varado, al borde del abismo, en la ancha mar, oh al borde del camino, no congeles tus sentidos en falsos juicios.
Emprende el camino oh las leguas marinas, para hacer lo que amas, o ir en busca de tu amada.
No te colme de calma, ni te aparte del mundo, no cierre los ojos, lucha por la vida, y por los seres que te rodean, y por los que no conoces y pasan pena en cualquier sentido, de la vida misma.
No cierre los párpados, no te quedes sin sentido, no cierre los labios, callando tus juicios.
No te duermas a tus propios sueños, hay que alcanzarlos, emprendiéndolos, buscar en el camino la cima.
No te creas que no tienes sangres, si tu corazón aun bombea tu sangre.
No seas tu juez deja que el tiempo te juzgue.
27/05/2010 arte-william