PARTITURA POÉTICA
Partitura poética, con
la inquietante pena
de mil violines histéricos,
agonizantes en pena, que transfiero,
en este papel electrónico, que correrá por la red.
Qué más quisiera yo, que el mundo girara de al revés,
con el eje invertido, podría ser que todo cambiara, expulsando de el a los que lo hacer ir mal.
Mis manos.
Si mis manos ya rotas y cansadas, de transportar un equipaje pesante, repletas de notas escritos y poemas, reivindicativos.
La flor que tanto cuidaba, está hoy marchita, esa rosa roja que tantos años he llevado en la solapa.
Cansado y desengañado, con una lagrima en el reguero de mis ojos, por una lucha perdida en el bosque de la iniquidad.
Los paisajes que ven mis ojos, son violentados, por el afán del hombre de enriquecerse, sangrando los mares, y aniquilando la vida marina, y no hablemos del daño ecológico, por la tala de árboles desmesuradamente, y de las mujeres que muere a diario por los maltratadores domesticos (…)
La misma canción, la misma estrofa, los mismos compases, la misma melodía, el mismo tono, y la misma sinfonía.
Me he preguntado mil veces, que a supuesto para los seres humanos crear el himno a la alegría.
Pregunto.
Me pregunto para qué he creado tantas obras reivindicativas, tantas que tengo las letras del teclado re-gastadas.
Aquí en la catedral, están amaneciendo en la tumba del olvido.
Mojadas, goteantes, riegan el jardín y mis alcatraces, para que cuando llegue el día recubran mi tumba con ellos.
Sueño que abra una plaza de colores vivos, de olores a especies, flores de lavanda, con fragancias de azahar, con sonidos de guitarras, y un epígrafe que diga: ¨ aquí, lo di todo por nada¨.
01/06/10 arte-william
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