No obstante, y a pesar del empeño de nuestros políticos de ocultarnos la historia real y castellana de Madrid, esta sigue reservándonos nuevos hechos igual de curiosos, por si fuera poco.
Con el transcurso del siglo XIX y con lxs madrileñxs integrados popularmente en el marco castellano, Madrid como capital vive gran cantidad de sucesos políticos en el conflictivo reinado de Isabel II y culturales con el enriquecimiento del folclore popular madrileño.
Así llegamos al año de 1868, momento en que tras 30 años de reinado reaccionario de Isabel II (emulando a su padre) lxs castellanxs al igual que todxs los pueblos del estado estallan cansado y hartos de este reinado en la llamada Revolución Gloriosa de 1868.
Con ello, se abre un periodo progresista que desembocara en la I Republica y con ello los debates sobre la forma del estado.
En ese momento, los partidarios de un estado republicano y federal que recogiera y garantizase la identidad de las diversas naciones del estado se ponen en marcha para elaborar sus proyectos políticos, como la Constitución de Antequera, o el mas conocido Pacto Federal Castellano del 15 de junio de 1869, el cual tendería a ahondar en el ideal progresista contrario a las políticas reaccionarias, pero sobretodo tendería a asentar el reconocimiento político del marco territorial y nacional de Castilla como parte integrante del estado federal. Allí ya están presente las 17 provincias de Castilla, dividas en Castilla La Nueva y Castilla La Vieja, sin mas, y donde tras concluir con un “la sangre de Padilla, Bravo y Maldonado corre por nuestras venas y el ardimiento de que guardan memoria estos pueblos de las comunidades castellanas...” se puede observar una firma concretamente que nos interesante que es: “Representantes por Madrid: Mariano Villanueva, y Antonio Merino”
Como vemos una vez más, la identificación de Madrid con el proyecto político de Castilla es, históricamente, incuestionable de todo punto de vista.
Así pues, Madrid siguió integrada en la región de Castilla La Nueva durante todo el siglo XIX y XX donde los madrileños, a pesar del crecimiento cada vez mayor de la villa de Madrid siguieron integrados.
Como anécdota histórica de esta identificación en general de Madrid con el ideal castellano o tendríamos en la guerra civil.
Con el golpe de estado de los fascistas del 18 de julio de 1936, la villa castellana de Madrid que era capital y fiel a la II Republica organizado de forma espontánea el llamado “Batallón de los Comuneros de Castilla”, con sede en la calle Fomento, 11 en la ciudad de Madrid y que estuvo compuesta por antifascistas con orígenes en toda Castilla y madrileños también, y que posteriormente lucharía con gran arrojo al lado de milicias anarquistas en la defensa de Ciudad Universitaria, o la lucha de los federalistas castellanos por obtener en pleno auge del nacionalismo un estatuto político de autonomía para Castilla.
Como vemos, en todas partes y en todas épocas históricas, la identificación de Madrid con castilla y con los ideales castellanistas han sido incontables y nadie nunca dudo de la pertenencia histórica natural de Madrid en el entorno comarcal castellano.
Y así llegamos al año 1975 cuando, una vez muerto el dictador fascista Franco, se inicia todo un debate en profundidad (como en 1822 o 1833) sobre como organizar la división territorial del estado español ante la cercanía de la proclamación de una nueva constitución política.
Ello sitúa a Madrid no obstante en un contexto diferente a épocas anteriores ya que, si bien Madrid permanecía integrada en la región de Castilla La Nueva desde 1833 el crecimiento económico brutal de la ciudad experimentada en los años 60 y 70 cambiaran totalmente la perspectiva.
Así cuando surgen los debates de crearon del marco autonómico de Castilla le llega el turno a Madrid. Inicialmente la idea de integrar a Madrid en el marco natural al que pertenecía desde el siglo XIX, rebautizado ahora como Castilla-La Mancha era bastante obvio, pero los debates en los que participarían políticos del PCE y del PSOE decidieron que la capitalidad de Madrid y su potencial económico requerirían crear condiciones especiales a Madrid dentro de C-LM y se decidió su separación total de Castilla y su constitución como comunidad autónoma en el pleno de Manzanares el Real de junio de 1982, aun sin unos símbolos distintivos siquiera y con las prisas de crear la comunidad autónoma cuanto antes para así evitar debates mas profundos.
Como vemos, una comunidad impuesta desde arriba por los políticos, rompiendo en unos días con toda una tradición histórica y cultural de 9 siglos desde su creación como pueblo, y usando como argumentos evidentes e incontestables hechos (ser Madrid la capital del estado) que ni el mismo Felipe II se le paso por la mente para segregar a Madrid de su marco territorial castellano natural.
Y ello con el objetivo de crear una entidad autónoma, pequeña y perfecta para ser explotada de forma bestial por parte de quienes desde entonces ostentan todo el poder de esta artificial comunidad autónoma. Una comunidad potenciada por los empresarios y capitalistas, basta ver los esfuerzos y el empeño que en ello pusieron la cámara de comercio de Madrid que se evidencia no ya solo en todo un bombardeo de propaganda desde 1983 para vender las peculiaridades identitarias de los madrileños y que han convertido a la ciudad de Madrid en su feudo particular, lo cual se evidencia no ya solo en el hecho de ser gran parte de la ciudad una autentica maquina de hacer dinero y de lujo ( colon, barrio de salamanca, zona de azca, zona norte en general…) gracias a la expansión económico brutal desde los años 80 si no también evidenciado en otro de los grandes bastiones del neoliberalismo madrileñista que ha encontrado en Madrid toda una mina de oro; el mercado inmobiliario ha convertido a las clases comerciales y financieras en toda una burguesía privilegiada que llena a la ciudad y en general a toda la comunidad de interminables casos de corrupción y delitos fiscales. Para eso querían una comunidad, su comunidad, donde poder hacer dinero a sus anchas sin la competencia de otras provincias.
A nivel simbólico:Y para ello se vieron obligados, como digo, a crear una hasta ese momento inexistente identidad madrileñista como ente autónomo separado e independiente de Castilla nombrando a la comarca castellana lo menos posible y bombardeando a propaganda e historia reinventada a todxs lxs madrileñxs.
Simbólicamente, esta idea se nos ha vendido a la perfección a partir del famoso decreto ley del 23 de diciembre de 1983 donde se ponen las bases simbólicas de la nueva identidad madrileña.
Una bandera que, en palabras de sus creadores “es roja carmesí, indicando con ello que Madrid es un pueblo castellano y que castellana ha sido su historia formada en muchos casos por pueblos que pertenecieron a comunidades castellanas”
Un escudo donde el fondo rojo carmesí, según sus creadores sirve de base a “dos castillos de oro que recogen el más característico símbolo castellano, pretensión de Madrid de ser lazo entre las dos castillas”
Y un himno totalmente absurdo, inventado por Agustín García Calvo (supuesto apatrida que, sin embargo, no dudo en dotar de himno a algo totalmente inventado) del cual la amplísima mayoría de lxs madrileñxs desconocen totalmente su existencia y cargado de fuertes dogmas y prejuicios segregacionistas con estrofas estelares como:
“Y aquí de vacío girando
sola me quedo.
Cada cual quiere ser cada una:
no voy a ser menos:
¡Madrid, uno, libre, redondo,
autónomo, entero!
Así pues, han tenido que inventarse toda una propaganda, difundida hasta la saciedad al menos en el escudo y la bandera por políticos, cámaras de comercio, bancos, escuelas, universidades….con el objetivo de en, 25 años, borrar 9 siglos de historia castellana en Madrid e imponer deprisa y corriendo una nueva identidad totalmente desconocida hasta entonces por lxs madrileñxs.
Ello con el objetivo de seguir mintiendo sus privilegios políticos y económicos, mantener su unidad de mercado y evitar de esa forma un cuestionamiento político de la idea de España intentando crear en esa nueva comunidad autónoma un autentico caldo de cultivo ultra nacionalista y ultra españolista sin precedentes en la historia.
Dando una de cal y otra de arena, integrando los símbolos castellanos históricamente vinculados a Madrid para contentar a los sectores críticos, pero metiéndole un significado totalmente segregacionista y autonomista.
Conclusión:Como conclusión vemos, pues, que Madrid ha sido históricamente y durante 9 siglos una provincia encuadrada dentro del marco territorial, político y cultural en Castilla.
Históricamente Madrid ha estado ligado a todos los procesos políticos de Castilla, desde su incorporación al reino castellano en el siglo XI, pasando por las guerras comuneras, las divisiones territoriales, el pacto federal, los proyectos castellanistas…siempre ha estado estrechamente vinculado a nivel popular con la idea castellana.
Culturalmente la identidad madrileña es profundamente castellana.
En su lenguaje castellano por excelencia.
En su folclore popular, en la música con las seguidillas, rondones, mayos, danzas, jotas…con las dulzainas, el arrabel, flauta, tamboril…usos musicales cultivados a lo largo de toda castilla y en los que en Madrid tiene amplia presencia en sus fiestas y costumbres populares.
En su gastronomía con los cocidos, sopas, gachas, quesos, rosquillas….
En su arquitectura, que aunque cada vez mas escasa por la enorme avalancha urbanística de la oligarquía capitalista para borrar todo rastro de costumbre popular, aun hoy se puede ver a lo largo y ancho de Madrid muestras claras y evidentes de una arquitectura madrileña profundamente castellana, con sus caserones, plazas, calles, corrales…de los cuales alguno rincón de Madrid ciudad, y pueblos de la periferia (Chinchon, Manzanares, Alcalá, Aranjuez, Colmenar, Sierra…) son buenos ejemplos de arquitectura y edificación típicamente castellanas, a lo cual el madrileñismo segregacionista únicamente puede aportar la cultura del cemento, ladrillo y hormigón
Como vemos, pues, la identidad histórica, económica y cultural de Madrid ha estado, esta y estará siempre ligada a Castilla como realidad histórica a la que pertenece y de la que de alguna forma nunca ha dejado de vincularse.
Por eso, a todxs los que interesadamente quieren desvincular a Madrid de Castilla para convertirla en su bastión económico, y político y mantener así su unidad política y de mercado, a todxs esos que nos ocultan nuestra verdadera historia e identidad y tratan de vendernos una realidad que no es nuestra, que nos ha sido impuesta por la burguesía neoliberal desde arriba…a todos ellxs, hoy más que nunca:
MADRID ES CASTILLA, PESE A LOS INTERESES DEL CAPITAL Y DEL ESPAÑOLISMO