-El Reloj y su metamorfosis-
¡ Oh tú, oh yo que estamos sepultándonos, en el sueño del lo vivido,
hoy ya olvidado, si para nuestro bien dormidos, pata tu mal desvelados!
Dejemos el letargo pesado,
ya pasado y despertemos un poco,
y advierte que no es bien que de-sa suerte durmamos
y haga lo que hace quien está desde que nace en los brazos
de la mismísima muerte, vive y haz que vivamos.
Existen las ocasiones, para anular la caída en el desuso de lo que es tuyo mío, nuestro.
Explotamos como el que carga un mechero y se enciende un cigarrillo, en el club del cigarro.
Su carga magnética, de su llama hace que él se encienda,
el tabaco nace verde con sus hojas y muere de sus propias cenizas
que hoy guardamos para que no muera en el olvido…
Hablemos de las altas cumbres, del pensamiento,
donde hay arriba es mejor no estar solos.
Demos su enorme carga de cielo inviolable,
para ver unas obras deshechas, y vuelta hacer,
con una frase automática con una mirada y otra.
Derramada con una lágrima vista tras el espejo negro.
Mientras el reloj se va componiendo, en su propia metamorfosis.
07/06/10 arte-william