Pues, expresando mi humilde opinión, creo que os equivocáis con las provincias.
Vamos a ver: si hay una institución de verdad con la que los castellanos nos identificamos, es con cada una de nuestras provincias. No vengamos ahora a negar esa realidad.
Pues perdona que te diga, pero yo discrepo de lo que dices.
Gracias a las provincias y a las diputaciones, nos encontramos con un medio rural castellano que está en coma. Quitando los pueblos cercanos a las ciudades, al resto les ha ido de culo con las diputaciones provinciales.
Además, las provincias dividen a los castellanos. Por ejemplo, a uno de Cuellar de a uno de Iscar, les han hecho diferentes las provincias. O incluso podría hablar de Palencia y Valladolid: gracias a la división provincial, se está generando una rivalidad entre estas dos ciudades, que son casi hermanas.
Además, se llega a situaciones absurdas, como carreteras comarcales asfaltadas hasta el límite de una provincia o vías pecuarias asfaltadas en una provincia y de tierra en otras. Podría hablar también del despilfarro en servicios públicos como la recogida de basura.
La comarcalización supone un uso racional de los recursos, frente a las diputaciones, que sólo sirven para despilfarrar. (un 60 % del presupuesto de las diputaciones se va en gasto de personal !! ).
Sobre los límites de las provincias, pues me remito al ejemplo de Valladolid, donde los límites "provinciales" son simplemente estúpidos e irracionales.
Si queremos cambiar nuestra tierra y el futuro de nuestros pueblos y ciudades, no podemos seguir con un modelo que está matando a Castilla. Hay que progresar y cambiar y esto pasa por la comarcalización; venda o no venda.
Desde los pobladores celtas, pasando por la época de las comunidades y por el período actual, Castilla es una tierra de ciudades y comarcas. Si el invento de las provincias no ha funcionado con Castilla, pues abajo con él!!
Vale.
Ya es bastante difícil que el castellano medio vote "castellanista" y ser "nacionalista" directamente se considera una marcianada.
Como consecuencia los votos son escasos, el poder es escaso, los afiliados son escasos y los recursos son escasos.
Entonces coges esos recursos, que son escasos, y los dedicas, con la poca propaganda de que dispones:
-A un señor de Valladolid que su provincia es irreal, amorfa y definida con criterios irracionales.
-A una señora de Guadalajara, mapa en mano le explicas no se qué de comarcalización, aunque lo cierto es que a ella le preocupa el precio de las lechugas, que ha subido un taitantos por cien y con su sueldo no llega a fin de mes.
-A un señor de Madrid cuya hermana es funcionaria del gobierno autonómico que Madrid es una autonomía ficticia.
-A bombero del SEPEI de la Diputación de Albacete que las diputaciones son una plaga para el desarrollo de Castilla.
¡Por supuesto quieres explicarles a todos que hay una alternativa mejor!
-Que la comarca puede ser una alternativa a la provincia.
-Que TAMBIÉN te preocupa el precio de las lechugas.
-Que no vas a dejar en el paro a los funcionarios de Madrid.
-Que al bombero no le paga la Diputación de Albacete, sino los ciudadanos.
Quieres explicarlo, pero por desgracia tus recursos se acabaron hace mucho y te quedas mudo.
Quieres explicarlo pero no tienes dinero suficiente como para levantar la voz entre una jungla de partidos con más militantes, más dinero y más poder que tú.
Entonces vas a unas elecciones y desde Cantabria hasta Ciudad-Real recoges 9000 votos.
Pero inasequible al desaliento dentro de cuatro años tú vuelves: y vuelves a cosechar 9000 votos.
Cuatro años después tú vuelves: y vuelves a cosechar 9000 votos. ¡La cosa no ha ido a peor, pero han pasado 12 años.
Los modelos territoriales que hace 16 años eran discutibles ahora ya están aceptados.
Doce años más y estarán consolidados.
Doce años más y serás un marciano que habla de cosas raras, que dice que la provincia de nosequé está mal hecha y que nosecual autonomía es Castilla.
Entonces tus 9000 votos serán 900 ¡Pero tranquilo, que 850 de ellos los recibirás en Burgos!
Sostener realidades que son ajenas a la inmensa mayoría de los castellanos, con una base electoral que no representa ni al 2% de los ciudadanos de Castilla es el camino más rápido para ir de debacle en debacle.
Para proponer un modelo primero hay que tener peso social suficiente, lo conrtario es luchar contra molinos: primero votos, poder, relevancia social y cuando se logre entonces, y solo entonces será viable electoralmente hablando poner en tela de juicio la división provincial.