El hilo lleva por título: patético.
Por mi parte, a los comentarios, yo los calificaría como: inauditos.
Y pasando a los hechos...
La candidatura del PCAS a las elecciones catalanas está (como todas) constituida administrativamente por 85 ciudadanos catalanes (es decir, ciudadanos españoles, empadronados en Cataluña). El proyecto del PCAS con esta candidatura es fortalecer el languideciente y crepuscular castellanismo existente hoy en Cataluña (la agrupación del PCAS-Cat no es el dinámico Concejo Comunero de hace 25 años; todos hemos envejecido y cambiado) junto al pujante movimiento de latinos que buscan (en Cataluña como en el resto de España) un referente político que defienda sus peculiaridades aquí, y que al tiempo están abiertos a asumir otras reivindicaciones (como las del castellanismo).
Para colmar el interés de quienes juzgan o califican la identidad de las personas por el lugar en donde han nacido (o quizás también por sus apellidos, o quizás también por su Rh) y no por su voluntad política de autoidentificación, os comento que en el conjunto de la candidatura (titulares y suplentes), el total de "castellanos" (nacidos en Castilla o hijos de castellanos) es de unas 40 personas, los latinos (realmente ciudadanos catalanes nacidos en Latinoamérica) de unos 25 y los otros 25 son catalanes en su mayoría (hijos y nietos de catalanes) y en menor número de otras partes del estado (Canarias, Andalucía, Extremadura...). Realmente una Candidatura promovida por el PCAS para la Convivencia de las Culturas de Cataluña.
En la Ejecutiva del PCAS reclamamos a nuestra Agrupación en Cataluña que el nº 1 fuese "castellano"; democráticamente, en el uso de sus atribuciones, ellos decidieron que no fuese así (el nº 2 es de León y la nº 3 de la Ribera del Duero), porque consideraban (la trayectoria histórica del castellanismo en Cataluña lo avala) que sería muy atacada una candidatura en esa clave ("vuelven los invasores castellanos"), y que al nacionalismo catalán y a la progresía catalana (todos tan amantes de lo políticamente correcto) les costaría más criticar en público una candidatura encabezada por un latino.
En fin, creo que, a su manera, el PCAS-Cataluña está haciendo bien las cosas, va a fortalecer su organización, va a conseguir bastantes más votos de los históricamente reunidos en su día por TC
en las Europeas allí, y va a verse proyectado en la realidad social actual de Cataluña.
Y acabo este comentario tan alucinado como lo comencé, porque supongo que el PCAS tendrá ahora que expurgar rápidamente sus ficheros de afiliados, no sea que se nos cuele algún candidato en las próximas elecciones que no sea de pura raza castellana (¿hasta que generación tendremos que remontarnos?). La verdad es que hoy hasta el PNV (si, el de Sabino Arana) pone candidatos negros en sus listas, pero aquí en el ¿castellanismo? hay quienes suspiran por la limpieza de sangre, que tan bien venía a los nobles del XVI-XVIII para deshacerse de los competidores, si llevaban una gota de sangre judía en las venas... Cosas veredes...